Política

Día de la Militancia

Perón Vuelve, el Pueblo Vence

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Llovía. Tras más de 17 años, el pueblo argentino se iba a reencontrar con su líder, con su conductor. Lanusse, canchero, había dicho que “a Perón no le da el cuero para venir”. La militancia respondió: “Perón vuelve cuando se le canten las pelotas”. Hoy son cincuenta y tres años del mítico 17 de noviembre de 1972 que desde hace décadas rememoramos como el “día de la militancia”.

por Secretaría Nacional de Formación de La Cámpora
17 nov 2025

Llovía. Tras más de 17 años, el pueblo argentino se iba a reencontrar con su líder, con su conductor. Lanusse, canchero, había dicho que “a Perón no le da el cuero para venir”. La militancia respondió: “Perón vuelve cuando se le canten las pelotas”. Hoy son cincuenta y tres años del mítico 17 de noviembre de 1972 que desde hace décadas rememoramos como el “día de la militancia”.


Ese día finalmente el “Perón Vuelve”, el “Luche y Vuelve” se hicieron realidad: en Ezeiza aterrizó el avión que trajo de regreso a Juan Domingo Perón a la Argentina. Pero en la previa la incertidumbre era absoluta. 8 años antes, durante la presidencia de Illia, el primer intento de retorno se había frustrado a pocos kilómetros, en Río de Janeiro, y el General tuvo que regresar a España sin reencontrarse con las argentinas y los argentinos. Ahora, la dictadura de Agustín Lanusse —que ya estaba de salida— había dispuesto un operativo militar y policial que superaba con creces los 100 mil efectivos.

Era necesario evitar por todos los medios el reencuentro de Perón y el pueblo.

El operativo represivo preparado por Lanusse y dirigido por el comandante del ejército Tomás Sánchez de Bustamante era enorme, pero la capacidad organizativa y de lucha de la militancia peronista lo era más. Desde que empezó a circular la información de la fecha del retorno, las organizaciones integrantes del movimiento se prepararon, organizaron, convocaron, movilizaron para ese día. Solo la fuerza popular organizada podía combatir contra la fuerza brutal de la antipatria.


El 16 de noviembre las Unidades Básicas no descansaron: consignas, carteles, banderas, cuidados. Y bajo la lluvia, comenzó el pueblo peronista a caminar. A cada cuadra se sumaban más y más argentinas y argentinos. La CGT había convocado un paro general para el 17 y el gobierno decretó feriado nacional. A medida que las columnas se engrosaban y las filas avanzaban, la represión se volvía más salvaje: gases lacrimógenos, palos, tiros. Pero nada ni nadie podía contener esa gran marcha popular que estaba decidida a todo con tal de reencontrarse con Perón: por la General Paz, la Riccieri, cruzando el Río Matanza.



En el avión, Perón viajó junto a más de 100 representantes de los distintos sectores de la sociedad argentina: dirigentes políticos y sindicales, actores y actrices, deportistas, escritores, curas, militares. A su lado, Héctor Cámpora, quien había sido el artífice táctico de hacer realidad la instrucción que había recibido de la conducción: instrumentar el regreso a la Argentina. Cuando el General bajó del avión, el operativo militar le impidió encontrarse con el pueblo que había ido a buscarlo. Le ordenaron dirigirse directamente al Hotel Internacional, que estaba dentro del Aeropuerto, y no le permitían salir de ahí si no aceptaba reunirse con Lanusse. Perón no aceptó y a las 22 hs dos ametralladoras pesadas de la Fuerza Aérea fueron colocadas apuntando a la puerta del hotel.


La militancia peronista no se movió de ahí: se escuchaban gritos de lucha “Patria o Muerte”, “La vida por Perón”, “Patria Sí, Colonia No”. Custodiado por el pueblo, la comitiva logró salir de Ezeiza a las 6 de la mañana del 18 de noviembre, para dirigirse a la residencia de Gaspar Campos, en el partido bonaerense de Vicente López.


Gaspar Campos se transformó en el nuevo centro político del país: desde ahí, Perón ultimaba los detalles de la participación electoral del peronismo con Cámpora de candidato a presidente. El ingenio popular cantaba “la Casa de Gobierno cambió de dirección. Está en Vicente López por orden de Perón”. Gesta heroica de la militancia y victoria popular: tras una larguísima proscripción, Perón volvió a la Argentina, el pueblo se reencontró con su líder, y Argentina recuperó la posibilidad de construir su destino justo, libre y soberano.