Política

Quiénes están detrás del DNU 70/23

Los vivos de siempre

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Hace más de cuatro meses, Javier Milei anunciaba el desguace del Estado, mediante el mega DNU 70/23. Este Decreto, ampliamente criticado y calificado por expertos como anticonstitucional, sigue vigente al día de hoy, pese a que en marzo fue rechazado por la Cámara de Senadores y los diputados continúan exigiendo su tratamiento en la Cámara Baja ¿La Justicia? Bien, gracias.

por La Cámpora
3 may 2024

El 20 de diciembre del año pasado, por cadena nacional, con un montaje polémico pero muy fiel a su estilo, el presidente intentó convencernos una vez más de que la raíz de todos nuestros males tiene que ver con el déficit fiscal y un modelo que sostiene él mismo en base a regulaciones por parte del Estado. En esa línea, justificó dicho DNU como el mecanismo indispensable para “desregular la economía” y “destrabar el andamiaje jurídico institucional opresor que ha destruido al país”. 



Este DNU ya tuvo su rechazo en el Senado y desde la Cámara de Diputados se está exigiendo una sesión para poder anularlo. “Nulo de nulidad absoluta e insanable fueron palabras textuales de constitucionalistas que estuvieron presentes hace algunas semanas en una reunión informativa en la Cámara de Diputados que organizamos para hablar sobre las graves implicancias de este decreto”, resalta la compañera y diputada Paula Penacca.



Es llamativo que, en menos de diez días de mandato, el gobierno haya podido redactar un Decreto tan diverso como abarcativo: 366 artículos con derogaciones y modificaciones sobre 44 leyes. 



Como dijo Cristina en el documento Argentina en su Tercera Crisis de Deuda: todo parece un “paquete de modificaciones del sistema legal argentino a medida de los principales grupos empresarios y lo que es más grave aún, una reforma encubierta de la Constitución Nacional”. Tal vez por ello, antes de asumir como presidente, a Milei (y a su asesor estrella, Federico Sturzenegger) le quedaba más cómodo mudar el Congreso de la Nación al Hotel Libertador, cambiando a los legisladores por los estudios de abogados de algunos CEOs.

Como dijo Cristina en el documento Argentina en su Tercera Crisis de Deuda: todo parece un “paquete de modificaciones del sistema legal argentino a medida de los principales grupos empresarios y lo que es más grave aún, una reforma encubierta de la Constitución Nacional”.

Desregulación de precios: yo te conozco


Con la imposición de esta medida, Milei derogó la Ley de Abastecimiento (Ley N° 20.680) y la Ley de Góndolas (Ley N° 27.545), eliminando además el Observatorio de Precios, en su obsesión por la total desregulación de los mercados. 



El problema es que, lejos de la fantasía libertaria, el mercado alimenticio en Argentina, por ejemplo, está fuertemente concentrado. De hecho, en mayo de 2022, sólo 20 empresas explicaban el 74% de las ventas de todo el sector. Buena parte de ellos son grandes multinacionales, a las que ya bastante bien les va (Coca-Cola, Danone, Unilever, entre otras).



Del mismo modo, a nivel local, se favoreció a viejos conocidos como Arcor o Grupo Molinos, que junto con Ledesma, hace años manejan la gran mayoría del mercado de enlatados, golosinas, harinas y  aceites.



Punto extra para Ledesma, que concentra el 46,7% del mercado de azúcar en nuestro país, pero además se anotó dos porotos más con la derogación del Art. 156 de la Ley N° 18.770 sobre el régimen de entregas de azúcar para consumo de mercado interno y con la flexibilización de las contrataciones en el ámbito rural mediante la reforma de la Ley del Trabajo Agrario (Art. 15, Ley N° 26.727).

Hablando de viejos conocidos, también salieron beneficiados Coto y La Anónima que, ante la duda, ahora pueden remarcar con tranquilidad los precios cada día, tal como dijo entre risas Federico Braun. Como si fuera poco, sin la obligación de garantizar variedad de oferta -como por ejemplo, el “compre regional” a PyMES (Art. 10, Ley 27.545). Es decir, pueden llenar las góndolas con productos propios o importados.



Yo te avisé y vos no me escuchaste: la cartelización de las prepagas



El DNU 70/23 eliminó la potestad del Estado de fijar límites a los aranceles y dispuso la libre competencia de las prepagas con las obras sociales mediante cambios en las leyes N° 23.660 y N° 26.682. Ya es historia antigua lo que pasó: aumentos de 159% en cuatro meses, por arriba de la inflación y hasta de las estimaciones de costos del propio gobierno.



Más de lo mismo: una industria manejada por pocas empresas (OSDE, Swiss Medical, Galeno, SanCor Salud y Omint). Es simple: en vez de competir libremente, se ponen de acuerdo en los aumentos, abusando de su posición dominante. Esto, que se conoce como proceso de cartelización, fue algo que molestó hasta al propio Milei (tengo estos principios y, si no te gustan, tengo otros…), por lo que presentó medidas cautelares y por la presión pública pidió el retrotraimiento de los aumentos excesivos sufridos durante estos meses. Habrá que ver qué piensa ahora el CEO de Galeno, Julio Fraomeni, que en el 2019 pedía por un Bolsonaro argentino.



“El hombre no es más que un pequeño tramo de su tierra, el hombre no es sino la forma de su patria”


Como dijo Cristina, “si el plan de la dictadura fue de apertura indiscriminada y el de Menem de privatización de las empresas públicas, el de Milei agrega la extranjerización de la tierra”. 

El problema de la tierra en Argentina, como se sabe, es de larga data. En el 2011, por impulso de la entonces Presidenta, se sancionó la Ley de Tierras (Ley N° 26.736) que tenía por objeto poner un límite a la extranjerización de nuestro suelo. Cuando hablamos de tierras hablamos no sólo de un tema alimenticio sino también de agua, de litio, de recursos



que el mundo cada vez solicita más y que son estratégicos para el desarrollo nacional con justicia social y ambiental. Sin embargo, sin más, el Artículo 154 del DNU dispuso: “Derógase la Ley de Tierras”, poniendo a remate la riqueza de nuestro país. Mientras tanto, seguramente asomaban los colmillos los Lewis y los Benetton.




Apagá el televisor



La modificación del artículo 45 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (Ley 26.522) desregula la cantidad de licencias de radio y televisión a nivel nacional, lo que abre la puerta para que grandes conglomerados, como Grupo Clarín, Claro de Carlos Slim, y DirectTV del grupo Werthein, expandan aún más su influencia mediática. 



Además, la desregulación específica de los servicios de internet satelital permitió (o fue creada para) la entrada de gigantes como Starlink de Elon Musk, el nuevo BFF de Milei. Musk sueña con cartón lleno de la mano de las reformas que impulsa el DNU en la administración de las empresas del Estado (o sea, privatizaciones). Quedarse con ArSAT le permitiría controlar uno de los mayores centros de datos de Latinoamérica, con más de 40 mil kilómetros de fibra óptica y tecnología de punta.



De Mercado Pago a Mercado Banco




Finalmente, el DNU 70/23 trae consigo una modificación significativa en su Artículo 72 al incluir a las billeteras electrónicas como un posible medio para el pago de sueldos, una prestación que la legislación hasta ahora reservaba con exclusividad para las cuentas de los bancos tradicionales. El gran ganador de todo esto, que hasta lo festejó con una lluvia de corazoncitos, fue Marcos Galperín, el dueño de MercadoLibre. Mercado Pago podría asegurarse de movida un 30% de los 13 millones de empleados en relación de dependencia. Además, el mismo ya salió a ofrecerse de hecho para pagar a través de la plataforma los planes sociales, de forma “gratuita”. No lo sé Rick…



Quiénes son los vivos de siempre: repensar la articulación público-privado desde la justicia social, el desarrollo productivo estratégico, con soberanía nacional y ambiental


Quedan cortas estas páginas para nombrar a todos los beneficiados con este boleto de compraventa firmado entre Milei y un puñado de empresarios nacionales y extranjeros.



La posible privatización de Aerolíneas Argentinas y la política de cielos abiertos hecha a medida de Eduardo Eurnekián, la apertura en el fútbol a las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) con la que tanto fantasea Macri, el negocio de laboratorios y medicamentos para Roemmers y Quintana… 



Aplaude Paolo Rocca, CEO de Techint que, además, puso a uno de la casa como Secretario de Trabajo. Ni llegamos a mencionar el tema de los alquileres, YPF, transportes, ley de manejo de fuegos, intereses de tarjetas de crédito, la reforma laboral o la Ley “Ómnibus”, que acaba de volver a mandar el oficialismo al Congreso. 



En síntesis: los grandes ganadores de estas reformas son las mesas chicas de la UIA y la AEA, integradas a algunas de las empresas mencionadas más arriba. El famoso “Círculo Rojo”. Aunque, obviamente, con un lugarcito para los de afuera, que vienen a ver qué pueden llevarse de un país que Milei busca poner de remate. 



Estamos de acuerdo en que el desarrollo productivo de nuestro país tiene que permitir a los empresarios un margen de rentabilidad que se traduzca en inversión, investigación e innovación en áreas estratégicas. El problema es cuando el crecimiento se lo terminan llevando los mismos vivos de siempre, que pocas veces apuestan por la producción industrial, la generación de valor agregado y un mercado interno fuerte. 



Como señala la diputada nacional, Paula Penacca, “es muy importante identificar quiénes son esos beneficiados también para entender por qué creemos y estamos convencidos y convencidas de que las cosas se pueden hacer de otra manera. Como lo hicimos con el proyecto de Ley de Aporte Extraordinario y Solidario de las Grandes Fortunas. Cuando hicimos también el planteo político era que la deuda la paguen los que la fugaron: que los sectores que habían jugado a la bicicleta financiera con Macri, que habían sacado dólares del país y los ocultaban en guaridas fiscales debían ser quienes hicieran el aporte para pagar la deuda con el Fondo Monetario”.



Plata hay. Lo que pasa es que hay que ir a buscarla con audacia, en vez de recortarle a jubilados, estudiantes, trabajadores.



El sábado, en el acto en Quilmes, Cristina hacía una pregunta sencilla: ¿Por qué las empresas más grandes del país pagan impuestos como si fueran proyectos embrionarios? ¿Por qué Mercado Libre y Globant pagan como si recién estuvieran arrancando? No hay un grupo económico argentino que no haya crecido a partir del impulso del Estado. Es hora de que empiecen a hacer su aporte para que los números cierren con la gente adentro.



“Se necesita presencia, ideas, convicción y mucho coraje para todo lo que hay que transformar en la Argentina”, aseguró.



Sí, hay que discutir la modernización laboral. Hay que discutir la eficiencia del Estado. Hay que discutir la reforma tributaria. Hay que discutir la integración de las empresas del Estado con la participación de las provincias y el capital privado. Hay que discutir, pero en pos del conjunto y no de unos pocos. 


El ejemplo de Starlink es paradigmático. Uno de los grandes temas del Siglo XXI es la digitalización de los distintos órdenes de la vida. Estas nuevas herramientas nos atraviesan y todos utilizamos billeteras virtuales, realizamos trámites a distancia, nos comunicamos o nos educamos de manera virtual. La eficiencia del Estado puede mejorarse aprovechando este tipo de recursos. Sin embargo, tenemos la suerte y el problema de contar con un territorio tan grande como diverso donde muchos todavía no cuentan con conectividad. En ese sentido, Starlink ofrece acceso a internet a áreas muy remotas, donde actualmente el Estado no puede acceder.



¿No sería mejor, quizá, pensar en un plan estratégico desde el Estado, un Estado que conoce a su pueblo, que conoce sus necesidades, que cuenta con una empresa insignia como ArSat en articulación con capitales privados, llevando a cabo políticas que permitan garantizar la conectividad en todo el territorio nacional?


Nuevamente, la respuesta está en Perón, quien escribió en el libro Modelo Argentino para el Proyecto Nacional: “Nuestra concepción no supone que la búsqueda del beneficio personal invariablemente redunda en el bien de toda la sociedad. Por el contrario, la actividad económica debe dirigirse a fines sociales y no individualistas, respondiendo a los requerimientos del hombre integrado en una comunidad y no a las apetencias personales”.