Opinión

El ejemplo de Aerolíneas

Argentina, otra vez en venta

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El retorno al “nada de lo que deba ser estatal permanecerá en manos del Estado”, como parte del vergonzoso proyecto de ley recientemente aprobado en la Cámara de Diputados. Un compendio de medidas aplicadas en los ‘90 entre las cuales se encuentra el negocio de las privatizaciones. Un capítulo más en la historia del saqueo liberal.



por Florencia Carignano *
3 may 2024

En Argentina ya sabemos cómo terminan las privatizaciones y concesiones de empresas públicas. Las consecuencias que han tenido en el pasado este tipo de políticas son evidentes para cualquier argentino o argentina con memoria. A pesar de eso, el gobierno de Milei insiste con la venta de estas empresas para “achicar el gasto del Estado”. Un gran error conceptual: considerarlas un gasto y no entender que se trata de herramientas estratégicas para el desarrollo nacional.


Continuar con el control y propiedad de las empresas que hoy son del Estado implica reafirmar la soberanía nacional, limitar la intromisión de intereses netamente privados e individuales en perjuicio del colectivo argentino, y sostener firmemente la defensa de fuentes de productividad y riqueza que nos representan e introducen al mundo como país en vías de desarrollo sostenido y confiable. Ni el déficit fiscal, ni la inestabilidad, ni la inflación se solucionan rematando nuestras empresas, sino todo lo contrario.

Denigrar lo estatal en la creencia de que el Estado es incapaz de administrar con eficiencia y, en consecuencia, no puede brindar buenos servicios es un argumento hoy en día fútil, a la luz de los números positivos que arroja, por ejemplo, Aerolíneas Argentinas, no por nada elegida históricamente como blanco predilecto de las críticas del sistema de formadores de opinión del liberalismo. Voy a tomarla como ejemplo para ejemplificar lo que genera, lo que produce y lo que significaría privatizarla.

La ex Presidenta Cristina Fernandez de Kirchner, en su documento Argentina en su tercera crisis de deuda, explica: “El volumen de inversión extranjera directa durante los ’90 se explica por los dólares que ingresaron de la venta de las empresas del Estado, mientras que el período de mayor inversión extranjera directa que va del 2003 al 2015, se explica por la aplicación de un patrón de acumulación basado en la producción industrial, generación de valor de agregado y desarrollo de un fuerte mercado interno a través de altos salarios, sin venta de patrimonio estatal, con recuperación de empresas y generación activos como Ar-Sat y el FGS, junto al desarrollo de un importante plan de infraestructura federal, además de pagar deuda externa y cancelar la del FMI. No fue magia, es política”.

La inversión extranjera directa en los ‘90 se explica en la venta de empresas del Estado.”
Cristina Fernández de Kirchner

El modelo que propone el gobierno actual es el de cielos abiertos. No hay experiencia en el mundo donde el Estado se desentienda o se corra de su industria aerocomercial. Existen diferentes modelos: mixtos, 100% públicos y privados, pero en ningún caso el Estado se desliga por completo de su responsabilidad en la industria aeronáutica/aerocomercial.


Sobran los ejemplos de otros países en los que, cada vez que una compañía aerocomercial lo requirió, el Estado intervino para rescatarla. El corrimiento absoluto del Estado no ocurre en ninguna parte del mundo.


Algunos ejemplos:

  • * Lufthansa es mitad estatal, mitad pública.

  • * Cuando quebró Alitalia, el Estado italiano la compró y fundó ITA.

  • * Estados Unidos brindó ayuda financiera a cuatro empresas aéreas durante la pandemia.

  • * Qatar Airways es del Estado.

  • * Emirates es del Estado.

En todos los casos el Estado está detrás, velando por la conectividad. Porque las rutas áreas y la conectividad son un bien estratégico para el país. Aerolíneas Argentinas representa el 68% del mercado de cabotaje del país. Es la única aerolínea que llega a 37 destinos de cabotaje (en 22 de ellos es la única aerolínea operativa, dado que las demás compañías deciden no incorporarlos), y también tiene 20 destinos internacionales.

Durante el año 2023, la administración de Aerolíneas presentó su informe de gestión. De ese documento se destacan los siguientes puntos:

  • * 32 millones de dólares de resultado final de ganancia.

  • * Estados Contables auditados por AGN y la firma multinacional KPMG.

  • * No se recibieron subsidios durante todo 2023.

  • * Por primera vez desde 2008, tiene equilibrio fiscal.

  • * Récord de transporte de pasajeros con un total de 13.975.000.

  • * Récord de ciudades conectadas con CABA y entre sí. Después de la pandemia, se incorporaron rutas con Puerto Madryn, Merlo, Reconquista.

  • * 52 rutas federales.

  • * Después de 16 años volvió a tener aviones exclusivos de carga.

  • * Un nuevo simulador de vuelo para su centro de capacitación que generó un ahorro de 7.6 millones de dólares cada año y un ahorro de 26 millones de dólares para capacitar al personal.

  • * Oferta regional puesta al servicio del turismo receptivo.

  • * En vacaciones de invierno se incrementan las rutas directas desde Brasil a los centros de ski, Salta, Córdoba, Calafate Vía Córdoba y Ushuaia, una oferta que resultaría imposible para una empresa privada o extranjera.


En términos fiscales, lo que Aerolíneas Argentina pagó en impuestos es mucho más que lo que recibió en subsidios por parte del Estado. Y en cuanto a la venta de tickets en el extranjero, los ingresos generados y la actividad que impulsa Aerolíneas Argentinas son considerablemente superiores a la inversión que el Estado realizó en subsidios.

La implicancia económica de lo que genera Aerolíneas Argentinas afecta positivamente las reservas del Banco Central, ya que no solo aporta divisas extranjeras con la venta de pasajes en el exterior, sino que también cada vez que un argentino viaja fuera del país con Aerolíneas Argentinas, evita la salida de dólares en el pago de pasajes aéreos.

Si Aerolíneas Argentinas se privatiza, serán los gobiernos provinciales quienes tendrán que subsidiarla para poder garantizar las frecuencias y las rutas. De lo contrario, se perderán vuelos que llegan diariamente a las provincias, a destinos que probablemente no sean prioritarios para el turismo, como ya ocurrió en la década de los 90, y que sin embargo aportan una conectividad esencial para promover su desarrollo en distintos sectores de la economía.

Tal como explicó Pablo Ceriani, en una columna recientemente publicada en Infobae, la política de cielos abiertos implica que “Argentina pierda capacidad de planificación estratégica en su sistema aerocomercial”. Toda la conectividad quedará en manos de “decisiones comerciales tomadas en las casas matrices” de las compañías privadas. “En definitiva, es la entrega de la soberanía, la gobernanza y el negocio aerocomercial a los intereses extranjeros”.

Es la entrega de la soberanía, la gobernanza y el negocio aerocomercial a los intereses extranjeros”
Pablo Ceriani

Aerolíneas Argentinas no le pertenece ni a sus empleados ni a ningún partido político. Es de todas y todos los argentinos. Además, es un buen negocio. Quizás ellos no la ven. Pero los números hablan por sí solos.


* Militante de La Cámpora y Diputada Nacional por la provincia de Santa Fe