Militancia

Violencia política nunca más

En la cálida noche del 5 de marzo de 2016, a pocos meses de la llegada de Mauricio Macri al Gobierno, unos 200 militantes y vecinos que participaban de la inauguración de un local de Nuevo Encuentro en Villa Crespo fueron baleados desde un edificio lindero. En este hecho brutal, Florencia Girotti, militante de La Cámpora en la Comuna 15 de la Ciudad de Buenos Aires, resultó herida por una bala de plomo que le atravesó el antebrazo izquierdo, junto a Daiana Soto. A días del comienzo del juicio oral contra el agresor Alejandro Sidero, Cristina recibió a Florencia en el Senado.
por La Cámpora
4 sep 2023
Ese tiroteo contra la militancia que celebraba totalmente indefensa fue quizás el primer hito de sangre de un período en el que la violencia política no paró de crecer.  El agresor que disparó a mansalva contra la multitud reunida en Padilla al 800 es instructor de tiro y fue aportante del PRO en la campaña de 2015. El 1 de septiembre de 2023 se cumplió un año del intento de asesinato a la Vicepresidenta, el hecho más grave de violencia política que haya tenido lugar desde la vuelta de la democracia y que la Justicia se ha negado sistemáticamente a investigar e intentar esclarecer. Los medios hicieron todo lo que tuvieron a su alcance para naturalizar y minimizar el hecho. En paralelo a este aniversario lamentable, el 7 de septiembre comenzará el juicio contra Sidero por el intento de asesinato agravado contra Florencia Girotti y Daiana Soto, herida en el hombro luego de que una bala la roce. Luego de 7 años de reiteradas chicanas y maniobras distractoras por parte de la defensa del acusado, finalmente el tirador tendrá que dar la cara ante un tribunal. Esperamos JUSTICIA para que este ciclo de odio pueda empezar a cerrarse. Los discursos de odio articulados desde algunas fuerzas políticas, esas que apuestan siempre al sufrimiento material y espiritual de nuestro pueblo, amplificados por los grandes medios de comunicación concentrados, son la semilla de la violencia política en nuestra Patria. Con operaciones constantes para deshumanizar a sus adversarios políticos comienzan a validar el desprecio por las ideas y la vida del otro, la consecuente necesidad de su eliminación y finalmente su supresión. La violencia física explícita ejercida sobre Florencia y, 6 años después, ejercida a cara descubierta contra Cristina son el último eslabón de una cadena de legitimación social del odio político y el total desprecio por la vida humana. A 40 años de la recuperación de nuestra democracia, terminar con la violencia política y recomponer los valores del diálogo y la palabra para nuestra vida en común vuelve a ser un imperativo fundamental y fundacional para el bienestar de nuestro pueblo.  
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