Política

2 de Abril

De la cultura Malvinera a la desmalvinización liberal

“Él me decía que era una presidenta Malvinera: y sí, lo era”, afirmó Cristina al cumplirse 40 años de la guerra de Malvinas. Ese sentimiento es el mismo que atraviesa la historia del pueblo argentino desde su usurpación en 1833 por las fuerzas británicas y que está marcada por aquella guerra que nunca debió suceder, a la que fueron miles de pibes sin recursos ni preparación para defender la soberanía nacional en nuestra perla austral, en 1982.
por La Cámpora
2 abr 2024

Por Eugenia Duré


El desafío de hoy es la reconstrucción de la memoria colectiva, con el reclamo irrenunciable de la Causa Malvinas como una política de Estado nacional e internacional, con el apoyo de la Patria Grande y de países del mundo que abrazan el reclamo legítimo de soberanía sobre nuestras Islas Malvinas. 


Gloria y Honor a nuestros veteranos, veteranas y caídos en combate. Y muy lejos del lado de la historia en el que el gobierno actual decide estar: el de las políticas liberales de desmalvinización a través de la entrega de nuestro país, queriendo ponernos de rodillas ante el Reino Unido.


Milei, Macri, Villarruel y Mondino pretenden rifar nuestros bienes naturales comunes de espaldas a los intereses de las argentinas y argentinos.


El 2 de abril fue establecido por Ley Nacional como el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas con el fin de rendir homenaje a los hombres y a las mujeres que llegaron a las Islas a dar su vida por la defensa de nuestra Patria, enviados a una guerra impuesta en sillones de facto. En esos mismos sillones donde los generales decidieron rendirse, engañando a los argentinos y argentinas con algarabía y un falso triunfalismo a través de los medios públicos de comunicación. 


Nada nuevo bajo el sol. Aunque, ahora, hasta se atreven a admitir a viva voz que admiran a Margaret Thatcher, la criminal de guerra responsable del ataque y posterior hundimiento del crucero ARA General Belgrano en el que murieron la mitad de nuestros compatriotas caídos en la guerra; los héroes a los que hoy, como cuando volvieron de Malvinas, quieren volver a privar del reconocimiento de toda la sociedad.


Por acción y omisión Milei, Villarruel y la canciller Mondino tratan a la Causa y a la Cuestión de las Islas Malvinas con la misma crueldad que intentan destruir y pisotear todo lo construido en los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, sin comprender que los pueblos no olvidan su historia.


Así como ese 25 de mayo de 2003, cuando Néstor Kirchner le habló a su pueblo por primera vez y dijo: “Venimos desde el sur de la Patria, de la tierra de la cultura malvinera y de los hielos continentales y sostendremos inclaudicablemente nuestro reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas". De esta manera, ponía fin a una historia marcada por el silencio y el dolor, e iniciaba políticas de Estado en defensa de nuestra soberanía y en honor a los caídos mediante la reivindicación, la visibilización y el reconocimiento de derechos a los veteranos.


En la misma línea, en el aniversario del 2 de abril del 2015, en Ushuaia, capital de nuestras Islas Malvinas, la compañera Cristina se dirigió como presidenta de las argentinas y argentinos. “No queremos peleas con nadie, defendemos nuestras ideas, nuestra historia, nuestras convicciones y nuestra soberanía, pero lo hacemos desde las ideas, lo hacemos desde la política, no desde la guerra”, expresó reafirmando la postura histórica de nuestro país de instar al diálogo y al respeto del derecho internacional.


En ese mismo acto conmemorativo, frente a ex combatientes y familiares, anunció el Plan Proyecto Humanitario Malvinas, dando respuesta a una demanda histórica de los familiares de los caídos, que solicitaban la identificación de aquellos combatientes que hasta ese momento solo eran “soldados conocidos por Dios”.


En contraposición, vemos que el actual gobierno nacional, menosprecia y nos condena a una inacción sistemática frente a las sucesivas provocacionesdel gobierno británico, encabezado en la figura de David Cameron, quien luego de la reunión que mantuvo con el presidente Javier Milei se dedicó a avanzar de manera alarmante sobre nuestras Islas (violando el derecho internacional en la materia) y, a su vez, extendiendo de manera inconsulta el Área Marina Protegida mediante el anuncio de la construcción de un puerto como puerta a la Antártida y sucesivas maniobras militares, entre otras afrentas. 


Hablar de la Causa Malvinas es hablar de soberanía. El gobierno de Milei también pone en riesgo nuestra soberanía nacional con la presencia de Estados Unidos en la Hidrovía Paraná – Paraguay, que se suma a la derogación de la Ley de Tierras, dispuestas por el DNU 70/23 (declarada inconstitucional), la política de cielos abiertos, la apertura de importaciones con el impacto directo a la industria de Tierra del Fuego, Antártida, e Islas del Atlántico Sur y demás acciones u omisiones que tienen como fin ir en contra del espíritu de nuestro pueblo.


“Las Malvinas fueron, son y serán argentinas, y serán por el diálogo, por la paz, pero con la firmeza de que obtener la soberanía de las islas Malvinas no será una cuestión de supuestas acciones que se hicieron en el pasado, creyendo que renunciando a nuestros valores podremos recuperar las Malvinas; no señores, no hay nada de la nacionalidad que se pueda recuperar de rodillas, se recupera por la paz, con amor pero con dignidad, defendiendo los valores y la integración nacional de nuestra tierra”, afirmó Néstor un 2 de abril desde Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.


Con esa misma fortaleza y convicción, y con la responsabilidad de continuar el legado soberano y la sangre de nuestros caídos, hoy más que nunca decimos: las Malvinas fueron, son y serán argentinas, no se venden y, ante todo, se defienden.



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