Las movilizaciones, convocadas y viralizadas a través de redes sociales, se extendieron también por varias ciudades alrededor del mundo, y en Argentina se concentraron alrededor de las 15hs en el Obelisco. La campaña, iniciada por movimientos feministas y organizaciones feministas, logró una adhesión en gran parte del mundo intelectual y artístico, manifestándose en fotos y videos que se viralizaron en los últimos días.
Bolsonaro posee un historial que poco lo ayuda dentro del electorado femenino y menos aún lo ayuda dentro de la diversidad en un país que, durante los gobiernos de Lula y Dilma, se avanzó notablemente en materia de derechos humanos, en lo que respecta a inclusión de mujeres, afrodescendientes, y comunidad LGBTIQ.
En más de uno de sus discursos el candidato de ultra derecha hizo referencia a las mujeres y al colectivo LGTBIQ de forma despectiva. Hace poco tiempo atrás, en línea con sus habituales discursos de odio, en uno de sus apariciones televisivas defendió la disparidad salarial entre hombres y mujeres, considerándolo algo “justoˮ, sumado a demás expresiones y construcciones de sentido que instalan el odio en la sociedad brasilera, que llevó a que se profundizara la violencia contra mujeres y activistas, siendo uno de los casos más impactantes el asesinato de Marielle Franco, ocurrido el último 14 de marzo.
Es por eso que la respuesta de las mujeres fue una movilización impactante y contundente, el día en que el Jair Bolsonaro fuera dado de alta del hospital donde se encontraba recuperándose de un ataque que sufrió durante uno de sus recorridos de campaña, y tan solo a dos semanas de la primera vuelta electoral.
El movimiento de mujeres lo considera “no apto para estar al mando de un país que poco tiene que ver con lo que él sostiene como lo correctoˮ. Las mujeres brasileras representan el 52% del padrón electoral, aproximadamente, por tanto podrían definir la elección en una segunda vuelta.
Hoy Brasil no es un Estado democrático. El Golpe de Estado a Dilma, la proscripción y encarcelamiento de Lula, sumado a una crisis económica y social que cada vez se profundizan más, llevan a que alternativas de ultra derecha, fascistas y pro dictadura hoy sean una opción de gobierno. Para nosotras, la alternativa al neoliberalismo es siempre más feminismo, por eso acompañamos a nuestras hermanas brasileras, y junto a ellas decimos: #EleNí£o / #EleNunca
