Se realizaron más de 100 actividades en todo el país con la participación activa de la comunidad y con una fuerte presencia militante en el territorio. Charlas de reciclaje, huertas comunitarias, limpieza de plazoletas y micro basurales, talleres de compostaje, plantaciones de árboles nativos, entrega de semillas y plantines, talleres de educación ambiental, festivales populares, ferias sustentables y revalorización de espacios verdes; fueron algunos de los principales ejes.

En este sentido, como el ambientalismo popular no está escindido de los temas políticos, económicos y sociales, en paralelo a las jornadas se juntaron firmas para apoyar el proyecto del bloque del Frente de Todos en el Senado que impulsa la creación de un Fondo Nacional para la Cancelación de la deuda con el FMI.

La participación popular en este debate es central dado que el reclamo tiene que ser masivo y transversal: la deuda no se tiene que pagar con el trabajo y esfuerzo de todas las argentinas y argentinos, ni a costa de la sobreexplotación y remate de nuestros bienes naturales comunes, patrimonio común de las generaciones futuras.

La deuda la tienen que pagar los que históricamente se apropiaron de nuestra naturaleza y que siguiendo únicamente la racionalidad del mercado acumularon ganancias que generan más desigualdad. La deuda la tienen que pagar los que se llevaron el fruto de esa acumulación fuera del país sin declarar ni aportar para una justa redistribución.

Ambientalismo popular es justicia social.