Más de 10.000 evacuados y al menos una ví­ctima fatal son el resultado de las lluvias  que durante  la última semana superaron la cantidad de agua  que recibe la  ciudad en el transcurso de un año. En este contexto, Comodoro está prácticamente  incomunicada dado que la ruta 3, principal acceso por ví­a terrestre, fue  destruida por un  alud que arrasó con el asfalto.

A todo esto,  como con en el resto de  las inundaciones que vienen sucediendo en todo el paí­s, el Gobierno Nacional se ha desentendido de la situación de catástrofe que atraviesa esta  localidad (recién ayer comunicó acciones concretas para comenzar a paliar el desastre) y que, según testimonios de los propios vecinos, llevará años en reconstruirse integralmente.

El presidente Macri lo único que atinó a decir al respecto fue: “Vemos algunas imágenes, pero aun viéndolas debe ser difí­cil de mensurar lo que están viviendo…son dí­as difí­ciles para esos pobladores y querí­amos estar diciéndoles que los vamos a seguir acompañando y tratando de que esto sea lo más llevadero posible.” Suena a poco en boca del jefe del Poder Ejecutivo, que tiene todos los recursos del Estado Nacional a su disposición, decir que se comunicó con el Gobernador y que el Ejército está trabajando.

Tomás Montenegro, docente y Secretario General de la CTA de la provincia de Chubut señaló: “El gobierno nacional, en lugar de hacer declaraciones y llamadas telefónicas que nada resuelven, deberí­a ponerse a la cabeza y responder solidariamente como hacemos todos los chubutenses. El desastre natural que se abatió sobre la ciudad de Comodoro Rivadavia ha puesto a sus habitantes frente a una inédita crisis humanitariaˮ.

Mientras tanto, militantes de La Cámpora, esos mismos que fueron estigmatizados de ñoquis, de grasa y de tantas otras cosas, recorren los barrios de la ciudad con pala en mano y pechera de “La Patria es el Otro” a cuestas, tratando de poner el hombro a los vecinos damnificados, muchos de ellos aún atrapados en sus residencias y completamente desabastecidos. Algunos de los compañeros tienen a sus familias inmersas en la misma crisis humanitaria que golpea al distrito entero, pero pese a ello la solidaridad y el pensar en el de al lado, siguen siendo la fuente de energí­a que nutre a todos los voluntarios que están tratando de revertir esta crisis sin precedente para Comodoro.

Resulta digno de resaltar el contraste entre el espí­ritu solidario del pueblo comodorense que sufre en carne propia los efectos de esta catástrofe, con el egoí­smo y avaricia de aquellos que aprovechan la situación para incrementar sus beneficios. Tal es el caso de los dueños del la cadena La Anónima, propiedad de la familia Braun (a la que pertenecen el Jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña y el Secretario de Comercio Miguel Braun) que se abusaron de la situación y se pusieron a remarcar los precios de productos de primera necesidad en este tipo de situaciones, como agua mineral y velas.

El secretario general de Camioneros de Chubut, Daniel Guzmán, habí­a dado precisiones a los medios locales sobre los aumentos: “Estamos hablando de una remarcación del 100 por cientoˮ, aseguró. “Un kilo de pan está más de 70 pesos y un litro de agua lo subieron a más de 60 pesos, ese es el nivel de aumentos que han hecho sobre los elementos más necesariosˮ, reveló.

Por su parte el diputado nacional Santiago Igón señaló: “No hay palabras para describir la solidaridad del pueblo chubutense.  Lo ocurrido en Comodoro Rivadavia pone al descubierto lo mejor que tenemos, lo que somos. Ante tanto desastre los vecinos, organizaciones sociales, polí­ticas, gubernamentales sin distinción de color polí­tico salieron a dar una mano, salieron por el otro. También aparecieron las miserias que son de público conocimiento , pero hoy no es importante detenerse en eso. Seguramente esto nos tiene que hacer reflexionar sobre muchas cosas a todos y más a los que tenemos responsabilidades institucionales.”

Cabe mencionar que las ciudades de Rawson y Trelew también están siendo afectadas por las intensas lluvias y que también están evacuando habitantes a centros de refugiados.