Militancia

Dí­a de la Militancia - 17 de noviembre

por La Cámpora
17 nov 2010

Un dí­a como hoy, pero de 1972 volví­a a pisar suelo argentino Juan Domingo Perón, tras 18 largos años de exilio forzado por aquella “Revoluciónˮ que la historia oficial llamó “Libertadoraˮ, pero que el pueblo descamisado de Perón y Evita sufrió en carne propia y le dio su verdadero nombre: Fusiladora.

Ese pueblo en 1955 se entristeció con la caí­da de su lí­der, derrocado por el golpe de estado militar de Eduardo Lonardi, quien fue sustituido por Pedro Eugenio Aramburu quien llevaba como bandera la "desperonización del paí­s". Con ese proceso se destruyeron todos los sí­mbolos del peronismo que habí­an sido incorporados al aparato del Estado y se llegó a prohibir la sola mención del nombre de Perón. También se dejaron sin efecto los nombres alusivos al Peronismo tales como Eva Perón, Juan Domingo Perón, 26 de julio, 8 de octubre, 7 de mayo y 17 de octubre entre otros, que designaban a calles, plazas, estaciones de subterráneo y de ferrocarril, municipios, escuelas, hospitales y otros establecimientos públicos. Su misión llego a un verdadero terror: la más cruda violencia atravesaron esos años la vida del militante con proscripciones, persecución y fusilamientos, culminando con el secuestro del cadáver del cuerpo de nuestra querida Evita.

Pero ese pueblo siguió luchando, haciendo de la consigna del “Luche y Vuelveˮ, no sólo banderas o canciones, sino que esa consigna era sinónimo de esperanza, esperanza que descansaba en cada corazón peronista y que tuvo su momento más álgido un 17 de noviembre, 38 años atrás.

Diez dí­as antes de su regreso a la Argentina, el “Tí­oˮ Cámpora anunciaba que Perón regresarí­a al paí­s el 17 del mes en curso. Simultáneamente, el lí­der publica en todos los diarios argentinos una solicitada dirigida "A los compañeros peronistas" confirmando su vuelta.

El dí­a anterior al tan ansiado retorno, el gobierno de facto despliega una gran cantidad de efectivos militares en torno al aeropuerto de Ezeiza a pesar de lo cual se le hace imposible contener a los miles de militantes que consiguen cruzar el rí­o Matanza bajo una fuerte lluvia.

Es por todo lo que sucedió antes de ese 17 de noviembre, a partir de 1955 ˮ¦ Persecuciones, proscripciones, fusilamientos, y muchas cosas más, que festejamos el dí­a del retorno del General Perón a su patria como el Dí­a del Militante, en honor a todos los militantes peronistas de ayer, de hoy y a los que vendrán, que son los que llevamos la luz y la llama de Perón y Evita, y que somos los responsables de que el Movimiento Nacional y Popular siga vivo por siempre en el corazón de cada argentino.

La Cámpora recuerda a esos militantes, que supieron entregarse, enteramente, a una causa polí­tica, y en más de una ocasión fueron ví­ctimas de la intolerancia, las persecuciones, la cárcel, la muerte, la desaparición. Esos militantes, que lo dieron todo y nunca pidieron nada ... Recordamos a ellos por la lealtad, el fervor, la humildad, el compañerismo, el calor popular, la solidaridad, la predisposición, la entrega, la lucha; tanto en el triunfo como también, en la derrota.

En el dí­a del militante recordemos con honor a todos los militantes peronistas responsables de mantener viva la luz y la doctrina que heredáramos de PERí“N Y EVITA.

Felí­z Dí­a de la Militancia a todos aquellos militantes que hoy llevan a cabo esta tarea con amor y en democracia.