La eliminación de la Ley 27.637 de Zona Fría anunciada por el gobierno nacional, apenas días después de su derrota electoral en nuestra provincia, es un ataque directo al bolsillo de miles de familias bahienses y bonaerenses. Este beneficio, sancionado en 2021 gracias al proyecto presentado por Máximo Kirchner, permitió que 95 de los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires, incluyendo Bahía Blanca, accedieran a descuentos del 30% y 50% en la factura de gas.
Ajuste tarifario
El FMI contra la Ley de Zona Fría

El anuncio realizado por Javier Milei, en cadena nacional, es un ataque directo al bolsillo de miles de familias que dependen del gas para atravesar los inviernos. Defendamos la Ley 27.637: una conquista de la organización popular y la militancia.
El impacto fue inmediato: una boleta de $50.000 se reducía a $25.000, garantizando calefacción en los hogares y un alivio concreto para jubilados y jubiladas, trabajadores y trabajadoras, estudiantes y familias enteras que dependen del gas para atravesar los inviernos en las zonas más frías de nuestro suelo.
El gobierno de Javier Milei perdió por trece puntos en la provincia de Buenos Aires, en casi cien distritos, y días después anunció que van a acelerar el rumbo: por cadena nacional, presentó el Proyecto de Ley de Presupuesto 2026 que profundizará el camino de ajuste iniciado, incluyendo la eliminación de la ampliación de las Zonas Frías de nuestra provincia, en paralelo con un tarifazo acumulado del 1500% en el servicio de gas. En lugar de escuchar el mensaje de las urnas, eligió castigar a los y las bonaerenses, quitando un beneficio que mejoraba la vida de millones de personas.

Mientras tanto, las cuatro o cinco empresas que controlan la producción, transporte y distribución del gas registraron en 2024 ganancias del 133%. Plata sobra, pero no va a los hogares ni a mejorar el servicio: se concentra en balances privados y financia la fuga de capitales. La propia estructura del sistema, basado en concesiones monopólicas de distribución regional, asegura rentas garantizadas para las empresas, mientras las familias pagan boletas cada vez más caras.
No es casualidad: este tarifazo forma parte del paquete de medidas exigidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Reforma laboral, reforma previsional, ajuste tarifario: las recetas de siempre, que condenan a nuestro pueblo para satisfacer a los acreedores externos. Milei no escucha al electorado que le dio la espalda en las urnas; escucha al FMI, que le ordena avanzar con las metas y eliminar una ley que representaba justicia social e igualdad.
En Bahía Blanca lo sabemos bien: la ampliación de la Zona Fría fue una conquista de organización y militancia. Y ahora, como tantas veces en nuestra historia, nos quieren arrebatar ese derecho para sostener un modelo de endeudamiento y exclusión.
En la misma cadena nacional, Milei afirmó que “durante veinte largos años muchísimos argentinos lo han perdido todo y les ha ido cada vez peor”. Esto, como todo en el presupuesto presentado por el presidente, es otra mentira más, porque hace diez años la Argentina sí crecía, teníamos los salarios más altos de América Latina, no teníamos al FMI encima y Cristina estaba libre (y ejerciendo la presidencia). La solución está frente a nuestras narices.
La salida es clara: FMI, afuera. Cristina, libre.
