El accionar de las fuerzas va en contra de las normas y tratados internacionales de derechos humanos, y evidencia la falta de perspectiva de género y desconocimiento de la interculturalidad del Poder Judicial y los actores interviniente.
El Estado siempre debe velar por los derechos humanos, particularmente de mujeres, niñas y niños. Por eso, instamos a que se garanticen de manera urgente los derechos de las mujeres que hoy están detenidas en Ezeiza y en la PSA de Bariloche, y a recuperar la senda del diálogo para encontrar una resolución final a este conflicto.