“Las sociedades tienen que ir evolucionando. Hay que ir superando el oscurantismo con igualdad y con inclusión. Eso es lo que elimina las tensiones y permite que una sociedad se vaya realizandoˮ, dijo Néstor luego de no sólo votar de forma afirmativa para conseguir la media sanción de la Ley en la Cámara de Diputados, sino de militar incansablemente para que sea aprobada, con la tenacidad que lo caracterizaba.
Allá por el 2003, en plena campaña electoral y cuando no sumaba votos y nadie hablaba del tema, Néstor ya sentaba su posición. En una entrevista que le hiciera Juan Castro fue enfático en su apoyo a los derechos de las diversidades. “ ¿Cuál es la diferencia entre una pareja heterosexual y una pareja gay? Ningunaˮ, respondió ante la pregunta del periodista sobre su opinión respecto a la posibilidad de adoptar un niño por parte de homosexuales.
Néstor recorría despachos, persuadía, rosqueaba, hacía política en pos de garantizar la ampliación de derechos para un sector de la sociedad que había sido postergado. Juntó “voto por votoˮ, nos recordó Máximo hace algo más de dos años.
Cristina, en ese momento presidenta de todos los argentinos y todas las argentinas, al tratarse el proyecto en la Cámara Alta donde los votos eran un poco más peleados, se llevó en su comitiva a China a las senadoras Mariana Riofrío, de San juan, y Ada Iturrez, de Catamarca. Ambas hubieran votado en contra.
El poroteo se acomodaba en función de la voluntad política de un gobierno que tenía la definición de legislar en favor del pueblo en su conjunto.
Unos días antes del tratamiento en el recinto del Senado, Néstor sostuvo: “Tengo una absoluta tranquilidad de conciencia de haber votado a favor del Matrimonio Igualitario, de la igualdad de derechos. Los argentinos nos merecemos un país libre, amplio y con derechos iguales para todosˮ.
De este modo, Cristina, en el discurso donde promulgó la Ley remarcó: “Estas cosas que tienen que ver con la aspiración a la igualdad que toda sociedad debe tener son cosas que no nos pueden dividir, son cosas que al contrario nos deben unir. Hoy somos una sociedad un poco más igualitaria, que la semana pasadaˮ.
Y refirió su sensación al enterarse de la novedad encontrándose ella en China. “Yo estaba con los mismos derechos y había cientos de miles que habían conquistado los mismos derechos que yo tenía. Nadie me había sacado nada y yo no le había sacado nada a nadie; al contrario le habíamos dado a otros cosas que les faltaban y que nosotros teníamosˮ, destacó.
El colectivo LGBTI+ encontró en los gobiernos de Cristina y Néstor la voluntad política para ampliar los derechos históricamente reclamados a pesar de los intereses en pugna, ubicándonos, de este modo, como el primer país de la región y el décimo a nivel mundial en legalizar el casamiento entre personas del mismo género.