Las actividades se realizaron en todas las provincias para recordarlo de la mejor forma: con solidaridad, en la acción, con organización política y los pies en el barro. Pero también, con plena consciencia de que los argentinos y argentinas vienen de padecer cuatro años de quita de derechos y ausencia total del Estado, por lo que los tiempos difíciles aún no han terminado.
Siguiendo la premisa de Néstor, cuando decía que “tenemos que volver a reconstruir el espacio de los militantes, de los cuadros, porque cuando hay una masa crítica que piensa, que elabora, que participa, también evita que aquellos que tenemos que ir a cumplir responsabilidades nos creamos más de lo que somos y nos olvidemos de dónde venimos y para qué venimosˮ, los militantes dieron el ejemplo una vez más, aportando su granito de arena para mejorar la calidad de vida de las personas, contrarrestando la cultura del individualismo con el valor de la solidaridad y el compromiso con la Patria.
En ese sentido, acompañando a un Estado presente en las necesidades de los más humildes, las jornadas de trabajo solidario consistieron en pintada de murales, refacción de escuelas y clubes de barrio, jornadas de limpieza en espacios culturales y sociedades de fomento, reacondicionamiento de plazas, actividades enmarcadas en el festejo del carnaval, trabajo de zanjeo y limpieza de basurales, cuadrillas de relevamiento de necesidades vecinales, dispositivos de salud a disposición de los vecinos y vecinas, ollas populares, instancias de formación política, cine-debate en barrios, entre otras.
“Si los militantes, si los dirigentes políticos entienden que tienen que ser los que dan el primer ejemplo yo les puedo asegurar que estaremos dando un enorme salto cualitativoˮ, expresó Néstor. Y de esta forma, con la firme premisa de que la Patria es el otro, los militantes a lo largo y ancho del país volvieron a organizar la esperanza acompañando a su pueblo recordando al compañero que les hizo creer, con su nombre como eterna bandera de la militancia nacional y popular.
