La crisis económica desencadenada por el gobierno de Mauricio Macri golpea de lleno en los trabajadores y trabajadoras. A junio de este año, se habían perdido ya 172.169 empleos registrados. Cifra que seguramente hoy día sea aún peor a partir de los últimos cimbronazos.
De esa cifra, 148.500 corresponden al sector privado, perteneciendo las mayores bajas a la industria manufacturera con casi 63 mil despidos, al sector de transporte y comunicaciones con casi 17 mil y a la construcción con un número que asciende a casi 13 mil obreros en la calle. El único sector que mostró un incremento es el público que en junio sumó 17.700 trabajadores estatales nuevos.
La mayor parte se distribuye en la provincia de Buenos Aires con 56.600 despidos en el último año, seguida por la Ciudad de Buenos Aires con 35.500 y Córdoba con 20.500 cesantías.
Por citar algunos ejemplos de qué representan esos números, sólo en la última semana, la planta ensambladora de motos Motomel, emplazada en La Emilia, Partido de San Nicolás de la provincia de Buenos Aires, despidió a 70 trabajadores. A la par que en ese período se anunció el cierre de la empresa textil Coteminas de La Banda, Santiago del Estero, despidiendo a sus 200 operarios; la multinacional Arcor dispuso vacaciones forzadas para 1300 empleados de su fábrica de Bagley en Salto por la caída del consumo y frenó la producción de la planta de Arroyito, Córdoba al igual que la fábrica bonaerense de bloques de hormigón Corblock en San Pedro que frenó por tiempo indefinido la producción despidiendo a los 13 empleados que trabajaban en esa área.
Asimismo, cabe destacar que el índice de Salarios se incrementó 40% en el último año, mientras que la inflación fue del 55,8%; perdiendo por consiguiente por más de 15 puntos respecto al aumento de precios; en lo que representa una baja más que significativa en el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras. En el mismo sentido, el salario mínimo en dólares cayó un 62% desde que asumió Mauricio Macri, pasando de la primera a la novena posición en el ranking regional.
Es necesario un cambio en el modelo económico, donde se vuelva a ubicar a la Argentina en el sendero de la producción y el trabajo, promoviendo políticas activas que recuperen el salario y la capacidad de consumo; para así poner nuevamente en marcha el aparato productivo nacional y reconstruir una patria que nos incluya a todos y todas.