Militancia

Discurso de Máximo Kirchner - Homenaje a Néstor en Villa Palito

por La Cámpora
28 oct 2016
Qué lindo que estén todos ustedes acá en Palito, corazón de La Matanza, en Matanza corazón de la Provincia de Buenos Aires y en Provincia de Buenos Aires corazón de una Argentina que no va a volver atrás. No sólo no quiere volver atrás, no va a volver atrás. Me encanta el escenario con todos los compañeros arriba, me encanta que estén las banderas, me encanta que no sea un acto que está pensado para salir bien en la televisión. ¿De qué le sirve a la gente que un acto salga bien en la televisión si todos los dí­as le sale un poco peor las cosas porque el gobierno está decidiendo privilegiar a las minorí­as y olvidarse de las mayorí­as? Es Palito testimonio de esa pesada herencia de la que se queja nuestro presidente. Y no lo tiene que olvidar, es nuestro presidente y es el presidente de todos. Tiene que gobernar para cada uno de los argentinos piense como piense, viva donde viva y tenga lo que tenga. Es hora que entienda que nosotros acá el 25 de mayo... (cantos de la militancia) Qué lindo que es escuchar cantar a la gente. Cantamos las canciones que nos gustan y en las que creemos. Pero es bueno que entienda que acá en Palito el 25 de mayo del 2003 no habí­a nada. Sí­ habí­a un pueblo que esperaba, al que lo habí­an mirado con la nuca durante años diciéndole que no habí­a posibilidades. Y acá en enero de 2004, y lo recuerdo bien porque la mañana que vino para acá y la tarde que volvió, lo esperábamos nosotros en un lugar que a mí­ sinceramente si hay algo que uno no extraña es el lugar ese de dónde estábamos y gracias a dios a partir del 9 de diciembre ahí­ ya no estamos más. Pero recuerdo que ese dí­a, cuando volvió, hablando con nosotros, ya cenando, a veces uno lo miraba y decí­a: ¿de dónde saca tanto optimismo y tanta esperanza?   Y él decí­a que el optimismo y la esperanza que tení­a se lo daba la gente. Por eso ustedes muchas veces lo veí­an que se tiraba arriba de ustedes. Ahí­ se cargaba, no se cargaba en la discusión con los dirigentes. Sabí­a que habí­a un pueblo al que no le podí­a fallar, que el llegar ahí­ no es cumplir un sueño personal de ser presidente. El desafí­o no terminó el dí­a que lo eligieron; el verdadero  desafí­o empezó el dí­a que asumió y lo cumplió hasta el 27 de octubre del 2010. Recuerdo muchos momentos que valen de ejemplo ahora, que deberí­an hacernos entender muchas veces que quienes tenemos el honor de representar al pueblo, a los ciudadanos, deberí­amos cumplir, que un dirigente no deberí­a aspirar que lo elogien en el extranjero, que un dirigente deberí­a aspirar a que a seis años de morirse haya un pueblo entero que lo recuerde y que sea el pueblo trabajador y de los más humildes. Eso es a lo que debemos aspirar. Hubo momentos muy complejos luego de que el ex vicepresidente de Cristina dijera que su voto era no positivo. Cristina no tuvo la suerte en ese momento de tener un buen vicepresidente como habí­a tenido Néstor con Daniel. Néstor reconocí­a que lo habí­a puesto él aparte, hací­a la autocrí­tica, no hay problema. Les puedo asegurar que en ese momento el espacio, el proyecto y el gobierno era una hoja en medio de un huracán, presionados por todos lados, acorralados por el Grupo Clarí­n, por los Pagani, por AEA, por una oposición que no pensaba en más que hacerse del poder... para hacer esto. Porque esto que están haciendo ahora vienen diciendo que lo quieren hacer desde el 2007 a la fecha. Que no se justifique con nada, hace años que vení­an diciendo que habí­a que hacer esto. Pero en esos dí­as, en esa noche, recuerdo estando Néstor, Cristina y otros compañeros, una charla que gracias a dios yo tuve el honor de estar y presenciarla porque esos son los momentos donde no sólo se define la historia personal de un dirigente sino que definen historias de un pueblo. Fue un momento quizás que tiene que servirle a todos para que sepan, a cada uno de ustedes, que en esos momentos de la vida que muchas pensamos que no hay salida, que no se puede, que nos dejan solos, que te puede llegar a traicionar hasta el que no pensaste que podí­a hacerlo, hay salida si hay convicción, si hay decisión; hay salida cuando se decide como aquella noche que si nos sacaban o habí­a que irse del Gobierno, tení­a que ser por intentar hacer lo que se creí­a que era mejor para la mayorí­a y no quedarse especulando entregando el pueblo a los que hoy gobiernan y evidentemente lo que iban a hacer esa vez lo están haciendo ahora. Creo también que cada crí­tica que podamos formular acá se hace desde la mayor de las humildades, sabiendo que gobernar los destinos de un paí­s no es soplar y hacer botellas. Nadie le dice al presidente que es fácil, nadie le dice que es fácil. Pero si las decisiones que toma van siempre en contra del pueblo, si ante cada punto de inflexión en la disputa que se da naturalmente en la distribución de los ingresos se resuelve siempre en función del más fuerte, no puede reclamar entonces que nosotros no queramos representar a quienes tenemos que representar. No se puede empujar a los trabajadores afuera del mapa, no se puede condenar a muchos a que la esperanza también ya pase a ser un privilegio. Ayer lo escuchaba decir que Aerolí­neas Argentinas perdí­a dos jardines por semana. ¿Por dí­a? Por dí­a. Lo que me quiero preguntar entonces, él que elogiaba tanto al presidente de los 90 cuando privatizaba Aerolí­neas Argentinas, ¿por qué no habí­a jardí­n en Villa Palito?   ¿Por qué faltaban jardines en todos lados? Si Aerolí­neas no era del Estado, las tení­an los privados, sus amigos, sus socios y los que lo han puesto de presidente. Pero estas son las mentiras a diario que escuchamos. Es como con el Fútbol para Todos, que también se podrí­an hacer tantas escuelas o tantos jardines más. Cuando el fútbol lo tení­a Clarí­n, ¿dónde están las escuelas? ¿dónde están los jardines? Y le metieron en la cabeza a la gente que no tiene derecho y que va a tener que volver a pagar. Y han perdido aparte una oportunidad única y brillante, una herramienta de comunicación popular para concientizar a cada mujer y a cada hombre de sus derechos, bajo la pátina de que salí­a 30 segundos la publicidad de 678 entre los partidos. Y esa es la parte que te muestran de la realidad, de esos 15 minutos eran 30 segundos, la otra parte no te la cuentan. Y después uno los escucha preocupados cuando salen cientos de miles de mujeres a la calle a decir basta de violencia de género. Si hubieran mirado el FpT, por ejemplo, se hubieran dado cuenta que en cada partido habí­a una propaganda larga, que tiene un costo altí­simo en televisión, para concientizar a la familia, para los chicos que miran mucho fútbol supieran lo que pasaba en la casa y tuvieran conciencia cuando le pegan a la vieja, para que supieran que tení­an que denunciar esas cosas. Eso también salí­a en el FpT, eso también es una polí­tica pública. Pero ahora lo que sale son las programaciones, obviamente, de Canal 13, de Telefé, de cerveza. Y si hay algo que involucra y que está presente tanto en los accidentes de tránsito como en la violencia de género es el alcohol. Entonces nosotros le estábamos enseñando a sus pibes y a nuestros pibes que tení­an que usar casco, que tení­an que conducir con cuidado, que si le tocaban un pelo a la mamá tení­an que ir enseguida a denunciarlo a alguna comisarí­a de mujer o alguien y ahora le venden alcohol otra vez. La van de preocupados por lo que le pasa a la gente pero las herramientas que tení­an para comunicar nos las están utilizando. Los trenes... te mandó Florencio. Un buen compañero, ya se le va a pasar el enojo, es un buen compañero. Cristina le dio muchas herramientas y él supo transferí­rselas a la gente. Lo que quiero es que podamos conversar, yo les quiero agradecer mucho su presencia acá, es importante. Es la que nos incentiva a seguir debatiendo palmo a palmo el paí­s con los que hoy nos gobiernan. Presidente, tiene que comprender que la vida le ha dado todo, tiene que comprender y actuar con mayor humildad. Le ha dado todo. A mí­ tampoco me falta nada, y esa es la responsabilidad que tenemos los que hemos tenido suerte en la vida, la de no traicionar al que todaví­a le falta, la de defenderlo. Me acuerdo cuando algunos hablaban que estaban del lado del más débil, ¿por qué no me dicen ahora quiénes son los débiles en la Argentina y quiénes son los fuertes? Cada boleta de gas, cada boleta de luz... cada telegrama de despido, como dice un compañero, y no sólo de despido porque esos son los formales.   Cuando se empieza a perder el trabajo formal, se pierde la changa también, esa que ayuda a apechugar y pagar la olla muchas veces cuando la mano viene torcida. Y muchas veces en estos doce años, porque no fueron doce años de salió todo bien. Recuerdo en el 2009 cuando Néstor volví­a de recorrer palmo a palmo la Provincia de Buenos Aires, cuando salió a poner la cara para bancar al gobierno. Recuerdo que algunas noches, cuando me tocaba estar con él me preguntaba " ¿qué es lo que ves?" Falta trabajo, vení­amos de la crisis de Lehman Brothers y de Estados Unidos. "Falta guita abajo", decí­a. Y vino la Asignación Universal por Hijo. Me decí­a "la gente cada vez tiene más rejas", y hubo una formidable inversión en la Provincia de Buenos Aires de patrulleros y cámaras y no hay intendente que esto me lo pueda desmentir, desde Tigre a Esteban Echeverrí­a. Hay que ser agradecido en la vida cuando se habla de pasado, más cuando te dieron todo. Así­ cualquiera, cómo me hubiera gustado ser intendente de Tigre con Néstor y Cristina, ¿sabés qué? Por favor... Ya vamos a ver cuánto hacen ahora. Pero aquella vez a Néstor le tocó perder por dos puntitos, como nos tocó perder ahora en el ballotage, también por dos puntitos. No salimos a llorar fraude, salimos a recuperarnos, a debatir, no internamente. El peronismo no necesita un debate interno, necesita un debate de cara a su gente, de cara a su pueblo. No la unidad en los despachos sino la unidad en la acción, la unidad para defender a la gente, no para defender a sus dirigentes. Ya estamos grandecitos nosotros para eso. Pero tengan en cuenta que aquella vez le tocó perder a Néstor con alguien que hoy ya nadie recuerda, que así­ como ahora nos dijeron que habí­a una Revolución de la Alegrí­a, antes nos decí­an que habí­a un plan. Gracias a dios aquellas fueran legislativas. Lo cierto es que Néstor siguió caminando, y nos puso a caminar a todos. Caminaba Balestrini, caminaba Fernando, caminaba Verónica, caminaba Ferraresi, Mussi, el compañero Curto que está acá también, caminaban los pibes, caminaban los trabajadores y habí­amos empezado dí­a a dí­a a remontar la economí­a de la Argentina y a generar trabajo nuevamente. Y la gran tensión que se produce a partir de ese momento es la puja distributiva de ese crecimiento, de esas paritarias que tení­an ustedes. Si hay una autocrí­tica que hacerse es que no pudimos con los formadores de precios y con la cadena de producción. Pedimos disculpas, pero tampoco contamos con la ayuda de la oposición para hacerlo. Incentivaban, ayudaban a aquellos a los que hoy están sufriendo en el gobierno, pero con una diferencia, si nos convocan, si mandan la ley al Congreso vamos a levantar la mano para ponerle fin a la especulación de los formadores de precio. Que eso lo sepan muy bien. Estamos esperando todaví­a. Lo cierto es que tuvimos un Bicentenario que no soñamos, de cara a la gente. Todaví­a me acuerdo cómo Néstor la miraba a Cristina y a Parrilli que no sé por dónde andará... ¿Qué hacés Parrilli? Y yo también aparte estaba con Néstor, estábamos siempre, pero el dí­a ese la verdad que demostramos que la Argentina era un pueblo pací­fico. Todos los que estaban en esos actos, en esas calles, iban a votar al gobierno, pero entendieron lo que estábamos haciendo, que era importante compartir entre todos. No habí­a policí­as, no habí­a vallas, el pueblo se ordena solo cuando está contento. No hay que tenerle miedo, hay que escucharlo, no hay que simular viajes en colectivo, no hay que caer en la gilada. Señor presidente, escuche a la gente y no a sus asesores, por favor. Y recuerdo también que fuimos un ejemplo para el mundo, porque algunos vienen hablando del mundo, del mundo, del mundo. Más de cinco, seis, siete presidentes caminando por las calles hasta el palco. El inolvidable Hugo Chávez, que el dí­a que se murió Néstor se fue hasta Rí­o Gallegos. Macri no fue en la campaña ni a Rí­o Gallegos ni a Santa Cruz, todaví­a lo estamos esperando, pero Chávez de Venezuela sí­ se fue a Gallegos. Lula, inquebrantable, aguantando y poniendo la cara porque les puedo asegurar que si hubiera entregado a los trabajadores y a los brasileros más humildes, podrí­a tener una mansión en la Luna que nadie le harí­a una denuncia ni nada por el estilo. Acá se persigue a los que ponen un lí­mite a los que se quieren llevar a todos puestos. Seguramente, y lo van a ver mañana, pasado, vendrá un equipo de televisión porque estuvimos en Villa Palito que le falta hacer. No hace falta que vengan, se los voy a contar yo lo que falta. Vi las calles que faltan asfaltar porque hay barro,  nos falta asfaltar la 9 de julio, compañera intendenta ahí­... La cooperativa, de a diez, de a cincuenta o de a setenta metros todos los meses, un dí­a se termina. No hace falta, eso le hacen para los que no se animan a salir a la calle, para los que están calentitos mirando la televisión y dicen sí­ bwana, sí­ bwana, y terminan votando hasta en contra de sus propios intereses. No se animan a pensar por sí­ mismos. Te muestran el cuadradito y no te muestran todo. Y que no nos vengan los Macri y los Sturzenegger y los Magnetto a correr con la vaina de la corrupción, de los que recibieron de las manos de Videla Papel Prensa, cada hoja y página manchada de la sangre de compañeros trabajadores, estudiantes. Que no nos vengan con ese cuento. Puede pasar en todos los gobiernos, pero lo que aprendemos los argentinos y por eso están acá es que no todos los gobiernos decidieron defender al pueblo, y lo que más les molesta es la desnudez, la desnudez que cuando se decide defender a la gente es posible administrar racionalmente el Estado, como les gusta hablar a ellos. Que se pueda administrar el paí­s de manera racional y no tomar 30 mil millones de dólares de deuda en un añito que nadie sabe a dónde van. Compañeros se quedan sin trabajo, cada vez les cuesta más a todos. Entonces acá me parece... que aparte las coincidencias, ¿no? Uno lo ve a Sturzenegger, el señor Megacanje, Blindaje de De la Rúa en el 2001, al que no le embargan como a Cristina. 40 muertos en la Plaza de Mayo, ¿y a De la Rúa a dónde lo invitan? A la embajada de Estados Unidos, ¿pero saben qué? A nosotros nos invitan   a   Villa Palito, que eso es lo que importa, eso es lo que se hace. Les quiero mostrar que traje, es muy lindo. Esta foto es en Villa Palito. Acá nos trataban bien. Miren lo que pasaba en ese momento: "Reacción por las crí­ticas de EEUU" por la relación que tení­a la Argentina con la hermana república de Cuba. La fecha es 8 de enero de 2004, Villa Palito fue el 7 de enero de 2004. Doce años después, hace no más de 48hs, Estados Unidos que en este momento nos  apretaba para que condenemos a Cuba y votáramos a favor del bloqueo, Estados Unidos doce años después se abstuvo del bloqueo a la república de Cuba. Pero dice más cosas esta tapa. Dice, cuando le preguntan por el FMI, si habló con Bush: "Ganamos por knock out". Lo poní­an casi de forma irónica calculo. Lo cierto es en esa negociación con el FMI, como decí­a la compañera Magario, en esa negociación la Argentina se empezó a recuperar. Dos años después le pagábamos al FMI y lo sacábamos definitivamente no sólo de vigilantear las cuentas de la Argentina sino de conducir la economí­a siempre en beneficio de los capitales extranjeros dispuestos a prestarle a la Argentina a tasas usurarias, como lo estamos haciendo de vuelta, como van a hacer de vuelta. Habí­amos encontrado en las reservas del Banco Central el 25 de mayo de 2003 10 mil millones de dólares, lo que le pagamos tres años después al FMI. Algunos se preguntan dónde iba la plata. Bueno, a pagar las deudas que ellos generaron. Encontramos el paí­s en un 100% de default y piensan que están haciendo historia por pagar nomás el 7% que no pudimos hacerlo por la cláusula RUFO tomando deuda de maneras siderales. ¿De qué están hablando? Está bien que hagan el diario de Yrigoyen todos los dí­as, que te digan... bueno, este es rubio de ojos celestes. Está bien que te digas que hacés todo bien, pero en algún momento eso se acaba, en algún momento cuando sepan que los necesitás, van a ir por él también, porque son insaciables, porque no pueden parar, porque no les molestaba si Cristina confrontaba o no, sino cuál era el sentido de la confrontaciones de Cristina. Era fácil y recuerden, las retenciones a las exportadores de soja, ahora se las sacaron y al otro dí­a le suben el gas a la gente. A las mineras, hacé lo que quieras, y le sacan y le suben el gas a la gente. Las mismas que con una devaluación terrible, que con menos impuestos para pagar, igual echan a los compañeros a la calle. No hay más inversión, hay más ganancia que es diferente y se la están llevando, para eso endeudan. Lo tienen que tener claro, tienen que metérselo en la cabeza, piénsenlo. Creo que así­ y todo estamos dispuestos a ayudar para que las cosas les salgan bien a nuestros compañeros, a nuestro pueblo o a nuestros ciudadanos si mirás mucha televisión y viví­s en una capital, como les gusta llamarse, como si fuera una categorí­a superior a la del pueblo. Es como les quieren decir ahora, que nos quieren hacer votar por una maquinita. Ojalá dejen coexistir los dos sistemas. Serí­a bueno que el que quiera votar con la maquinita vote con la maquinita y el que quiera ir con su boleta pueda ir a votar con su boleta. Porque es llamativo que hablen de fraude o que piensen que eso mejora la calidad democrática. La calidad democrática no la mejora si votás con una máquina o con papel, sino que al que votás no te haya mentido en el debate como le mintieron a todos los argentinos. ¿De qué sirve si ponés el dedo o no ponés el dedo si el tipo te miente, si te dice que no va a devaluar, si te dice "Daniel, en qué te transformaron"? Papito... Yo la verdad que trato de que sea para arriba para no martillarnos los dedos. No me voy a olvidar de los jubilados, ¿y sabés por qué? Ayer o anteayer me vinieron a visitar los compañeros de una textil de Comodoro. Están en la guillotina a punto de despedir a 280 compañeros textiles y estaba Cipriano, igual que Cipriano Reyes se llamaba, 53 años, 35 de laburo, le pregunté mirá, ¿ahora en qué te podemos ayudar? Decinos, no estamos ya en el gobierno, ¿quéres hablar con los compañeros de las fábricas recuperadas? ¿Querés ver qué legislación hay? Cipriano me dijo que le faltan doce años para jubilarse. Le quieren aumentar la edad aparte, así­ que ya casi un sueño. Y ahí­, esto es lo que tenemos que entender, que las moratorias que hubo en la Argentina no fueron producto del populismo, de la demagogia, fueron producto de los 90, de que miles y miles de argentinos se habí­an quedado en la calle como los ferroviarios, que se le habí­an quedado con los aportes y también hubo que ir a rescatarlos de la misma nada. Vamos a ver qué suerte tiene Cipriano pero ahí­ vamos a estar para ayudar a los que podamos, a los compañeros textiles. Esto es lo que hay que entender, que en estos doce años los que están preocupados a veces con qué pasó o qué no pasó, la verdad que tuvimos que devolverle los ahorros a todos los argentinos, a los que los bancos se los habí­an quedado, miles y millones de pesos devueltos en estos doce años, producto del esfuerzo de ustedes, no que Cristina y Néstor eran buenos. Era producto del esfuerzo de ustedes, lo que se hizo fue administrar bien las cosas. Fue poner en valor su esfuerzo. Le hicieron creer a muchos argentinos que todo lo que le pasaba de bueno era sólo producto de su esfuerzo. Y claro que la mayorí­a es parte de su propio esfuerzo, el problema es cuando hay un gobierno que no lo pone en valor, cuando hay un gobierno que se caga en que te levantes todos los dí­as andando de un lado para otro para darle de comer a tu familia. Ese es el problema, te podés esforzar mucho, pero si el gobierno te mira con la nuca, tu esfuerzo se lo lleva la banca internacional, se lo lleva las mineras, se lo lleva las exportadoras de grano. Se está haciendo de noche y la verdad que no los quiero aburrir ni quiero que nos martillemos los dedos porque vamos a poder salir adelante. Hay que construir organización popular como se hizo acá en palito. No es que el Estado vino, como piensan algunos desde los cómodos sillones mientras hacen zapping, a regalarles las cosas a la gente. Si tan fácil es que te regalen, ¿por qué no salen de esos sillones y se vienen a vivir a Palito a ver si piensan que es fácil? Lo que te puedo asegurar es que van a encontrar mucha más solidaridad y ganas de salir adelante que en esos barrios donde viven, que acá nadie te va a dejar a pata, que acá te van a extender la mano, que acá saben lo que es pasarla mal. Les quiero decir gracias porque cada foto, cada presencia de ustedes es por Néstor y Cristina y por cada compañero en estos doce años que se esforzó. Es que yo como me ven acá hoy, me pueden dar el abrazo y yo eternamente agradecido también pero sé que es para el flaco y para Cristina. En cada elogio de ustedes sé que es para Néstor y Cristina, no me la creo ni quiero creérmela. Ya vi todo, los vi intendente, gobernador y presidente, y más importante que la chapa, los vi transformar la realidad de cada lugar que les tocó gobernar y administrar. Lo hicieron con aciertos y con errores. No es fácil, es mucho fácil ser perfecto en la televisión. Los que están o van mucho a la televisión son muy perfectos, no sé todaví­a a quién le dieron una mano porque para que te traten bien en esos lugares tenés que mover el rabo con docilidad, tenés que dar la patita y hacer el muertito porque si no no te llevan, porque si no te estigmatizan, y acá vocación de mascota no hay. Acá hay vocación de defender los intereses y que digan lo que digan, no nos importa, ya está, van a tener que intentar de otra manera. Yo les quiero agradecer y darles las eternas gracias, y esta sí­ ya más individual, por cada segundo que yo no lo tuve ustedes están acá, porque estaba laburando para ustedes, porque se la jugó, porque me lo dijo un mes antes: "Es mi vida, es lo que elegí­ y la pelea hay que darla", cuando fui a decirle por qué no descansás un poco. ¿Me mandó sabés a dónde? Y gracias a dios sabí­a de qué se trataba, no se escondió, no se victimizó, no fue perfecto. Gracias a ustedes por darle valor a cada una de sus palabras. Las palabras sin hechos no son nada, son palabras, se las lleva el viento. Los hechos están acá, son ustedes, hay futuro, lo podemos construir, debatamos con unidad, metámosle para adelante que es posible, ahora sabemos que es posible una Argentina justa, libre, soberana y capaz de ser vivida con intensidad para poder transformarla. Muchas gracias compañeros.
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