Opinión

25 de mayo

Tomar el cielo por asalto

Whatsapp Image 2024 05 23 At 1624 38
por Gonzalo Peralta
23 may 2024

El suspendido “Pacto de Mayo” de Javier Milei apuntaba a consensuar reformas en temas como el equilibrio fiscal a costa de todo, no pagando a nadie; la reducción del gasto público, sin escatimar en despidos masivos en el Estado;  una reforma tributaria, donde sólo vemos cómo los trabajadores pagan ganancias y los ricos no pagan bienes personales; una coparticipación extorsiva y centralista; el saqueo de los recursos naturales de las provincias; una reforma laboral que quita derechos al laburante; una reforma previsional que excluye a gran parte de nuestros adultos mayores y la apertura no soberana al mercado mundial, pulverizando nuestra industria nacional. Un repaso por los 25 de mayo de nuestra historia.



El presidente Javier Milei había convocado a los argentinos y argentinas a un pacto, donde lo que no primaba era justamente la acción de pactar. Ha osado denominar “Pacto de Mayo” a esos puntos impuestos a los gobernadores y a la sociedad de manera unilateral. Más allá de los temas salientes del falso “acuerdo”, y de su reciente anuncio de suspensión, es indispensable pensar en perspectiva el accionar virulento y extorsivo del presidente a la hora de anunciarlo, siempre entre agravios y amenazas, y en rima tanto con el Mega DNU como con la nefasta Ley de Bases, ya que cada punto del pacto cobra una carga mucho más peyorativa en manos de gente como la que nos gobierna.



Que la propuesta haya sido, en principio, el 25 de mayo, no es para pasar por alto. Escudados en un falso patriotismo, “se creen los dueños de un país que detestan” como describiera alguna vez Diego Capusotto. Pensar en esa fecha nos lleva directamente a tres momentos importantes de nuestra historia en las que se pensó en “tomar el cielo por asalto”. Esta frase, acuñada por Marx para describir los sucesos de la llamada Comuna de París en 1871 (“Que se compare a estos parisenses, prestos a asaltar el cielo, con los siervos del cielo del Sacro Imperio Germánico-Prusiano”) bien puede definir tres de nuestros 25 de mayo más salientes.



Pensar en esa fecha nos lleva directamente a tres momentos importantes de nuestra historia en las que se pensó en “tomar el cielo por asalto”.

El primero, en efecto, en 1810, más que tomar el cielo por asalto podríamos decir que fue un quedar en el limbo, entre la idea acabada de libertad e independencia y la de gobernar “bajo la máscara de Fernando VII”. En realidad, pensar en aquel mayo nos lleva a describir rápidamente tres grandes líneas de acción y pensamiento: una jacobina-revolucionaria, liderada por Mariano Moreno y que planteaba la independencia de España y el no sometimiento a Gran Bretaña; otra conformada por comerciantes-importadores que pretendían tener libre relación comercial con los ingleses, liderados por Rivadavia; y  otra monopolista española, expresada por Álzaga, que veía tanto en los morenistas como en los pro ingleses el fin de sus privilegios. Encuadrar al gobierno en alguna de las tradiciones en disputa en mayo de 1810 resulta difícil teniendo en cuenta su vocación, brillantemente descrita por Cristina, de anarco-colonialista. Sí podemos descartar terminantemente una de ellas, que tiene que ver con la idea plena de independencia y soberanía, ausente totalmente en la psiquis política de La Libertad Avanza.



El otro 25 de mayo es el de 1973. En aquella jornada, donde asumió Héctor Cámpora la presidencia de la Argentina en nombre del peronismo, proscripto durante 18 años, la idea de tomar el cielo por asalto estuvo más que cerca. Imaginemos que en aquella asunción, en aquel balcón de la Casa Rosada, desde donde se observaba la masividad del pueblo en la Plaza, estaban figuras como Dorticós Torrado y Salvador Allende. Tomar el cielo por asalto era llegar al lugar, siempre guardado para los privilegiados, para los mandamases de nuestra patria. Tomarlo por y para el pueblo. El cielo, esa panacea del bien al que aspira llegar todo mortal, aún en la vida terrenal, es tomado y ocupado por asalto por los excluidos del mundo. Aquella experiencia duró poco. En 1976, luego de la llegada definitiva de Perón al gobierno y posterior a su fallecimiento, el infierno se hizo presente con una dictadura genocida y torturadora.



Mediando el año 2003, más específicamente otro 25 de mayo, un hombre del sur con la fuerza de los vientos de su tierra apareció para proponerle a su pueblo un sueño. Para insistir, una vez más en tomar el cielo por asalto. Aquel hombre del sur de la patria llamado Néstor Kirchner también tuvo, en su asunción, otros patriotas del continente: Fidel Castro, Ignacio “Lula” Da Silva y Hugo Chávez. Nuevamente un 25 de mayo se daba un paso más hacia la emancipación total de nuestro pueblo.



Hoy la llegada de Milei al gobierno, con cada medida, cada aparición o discurso público le da al pueblo un espectáculo absolutamente dantesco de una realidad que se está pareciendo más al infierno, o a algunos de los infiernos que describe Dante Alighieri en La Divina Comedia, que a tomar el cielo por asalto. Desconocer el ex pacto no pactado con nadie, que es extorsivo y regresivo, de la misma forma que frenar la Ley de Bases y voltear el mega DNU, deben ser las acciones del campo popular para tomar el cielo por asalto, por militancia y por voluntad popular. Y que vuelva a salir brillante y altivo el sol del 25.



 

*Militante de La Cámpora y concejal de Arrecifes, Provincia de Buenos Aires.