Leal como ningún otro, acompañó los procesos de formación del Frente de Secundarios desde el Bajo Flores, para luego crecer en los pasillos del CBC y terminar volcando todo su amor por el otro en el Centro Barrial Independencia, en el barrio de Once.
Fiel a su estilo, nunca se cansó de insistir en la formación de todas y todos los compañeros sobre los procesos de autodeterminación que viven y han vivido los pueblos del mundo. Ningún proceso de liberación de la patria puede ser posible sin jóvenes capacitados para estar a la altura de lo que vendrá.
Acá estamos, su familia y sus amigos. Defendiendo a la militancia como única herramienta de transformación de la realidad y recordándolo en un abrazo colectivo. Acompañamos a Lili y a su hermano Bruno en este momento tan difícil.
Te llevaremos presente en cada bandera, cada jornada solidaria y cada movilización, como te gustaría Eze: con las convicciones en el corazón.
Hasta la victoria siempre!