A 143 días del atentado, no hubo allanamientos ni hay pista alguna que conduzca hacia los responsables. Las cámaras de la Municipalidad no funcionaban, con lo que fue imposible utilizar sus imágenes para avanzar en la investigación. La novena ciudad más importante del país no pudo aportar ninguna información que pueda permitir dilucidar un caso de violencia política hacia una organización del oficialismo nacional y provincial, pero de la oposición a nivel local.
Recientemente, desde la Fiscalía, dieron a conocer un correo electrónico para que los vecinos y vecinas aporten datos. Un accionar que parece más una puesta en escena que la búsqueda real y efectiva de esclarecer el hecho.
Nuestra organización política, así como todas las que militan a diario por una sociedad más justa, se enfrenta a diario a los discursos de odio de dirigentes de la oposición, replicados hasta el hartazgo en redes sociales y medios masivos de comunicación.
La consecuencia está a la vista: unidades básicas vandalizadas, agresiones orales y físicas a militantes y, en el caso de Bahía Blanca, un explosivo que, por suerte, no tuvo que lamentar personas heridas y afectó sólo bienes materiales tanto nuestros como de comercios y edificios vecinos.
Volvemos a pedir a la Justicia que actúe con celeridad y recupere el tiempo perdido. Cinco meses es ya demasiado tiempo. Una causa de esta gravedad no puede quedar dormida.