Repudiamos enérgicamente estos comportamientos de una minoría reaccionaria y “anticuarentenaˮ que supone a la libertad como el avasallamiento de unos contra otros; contrarios a la sensibilidad y la empatía imprescindibles en estos tiempos.
Nuestras unidades básicas a lo largo y ancho del país son la sede donde compañeros y compañeras que están intentando paliar los efectos de la crisis socio económica que estamos atravesando organizan ollas populares, reparten bolsones de mercadería o asesoran integralmente a vecinos y vecinas, entre otras acciones.
Es por ello que no nos sorprende que sean atacadas por quienes restan valor a la salud y la vida de las otras personas, poniendo por encima sus libertades individuales.
Sabemos, sin embargo, que la enorme mayoría de la población comprende que este es un momento para fortalecer los lazos solidarios en pos de lograr atravesar este duro momento y volver a poner a la Argentina de pie.
A los profetas del odio les decimos que todas las victorias se han construido desde la piedra fundamental del amor, el mayor legado que tenemos y honramos.
No lo entenderían pero nunca es tarde.
El amor como camino de todos los caminos.