Por Franco Metaza
Había ciudadanos y ciudadanas que podían casarse y formar una familia, y había otrxs que no.
Pero ese 27 de abril, con apenas el 22% de los votos y un balotaje que no pudo ser, se dio el puntapié inicial de un partido que íbamos a ganar todos, todas y todes. El establishment que había dejado la Argentina en ruinas, apostó todo y perdió.
No lo vieron venir. Vino con los vientos del sur. Llegó Néstor y empezó la Argentina de los sueños. Y hoy ya no hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. Salimos del closet de los derechos cívicos segmentados.
Hoy todxs podemos compartir los mismos derechos y el mismo amor. Gracias al proyecto político nacional que puso su piedra fundamental ese 27 de abril de 2003, hoy somos un poco más iguales que aquel día.