A 24 horas de la conciliación obligatoria dictada por el gobierno nacional para frenar los 1450 despidos realizados por Paolo Rocca en Techint, se dio a conocer la noticia de que Nicolás Caputo, aquel que el ex presidente Mauricio Macri definiera como su “amigo del almaˮ, echó a 745 empleados y empleadas de su empresa Mirgor en Río Grande, Tierra del Fuego.
A los despidos por parte de grandes empresarios se refirió Alberto Fernández durante el anuncio de prolongación del aislamiento social, preventivo y obligatorio. “Hemos hecho todo lo necesario para que podamos sobrellevar también este momento económico. Como hicimos un esfuerzo muy grande, no me resulta grato ver que alguien despide un empleado. Así como voy a ser muy duro con el que rompe el acuerdo de precios, voy a ser duro también con los que despiden gente. Si algo tiene que enseñarnos la pandemia es la regla de la solidaridad: acá nadie se salva soloˮ, sostuvo.
“No podemos en semejante crisis desamparar a alguien dejándolo sin trabajo. Acá de lo que se trata para muchos de esos empresarios es de ganar menos, no de perder. Bueno, muchachos, les tocó la hora de ganar menos. Y así lo voy a hacer respetarˮ, profundizó al respecto del rol del empresariado nacional.
En declaraciones radiales, Alberto se refirió explícitamente a Paolo Rocca y a su temor a que esta actitud sea imitada por otros, como efectivamente ocurrió. “Qué le cuesta a una empresa que durante un mes trabaje menos, que gane un poco menosˮ, para culminar dirigiéndose a él: “Tanta plata has ganado a lo largo de tu vida; tenés una fortuna que te pone entre los más millonarios del mundo; hermano. Esta vez colaborá”.
Por último, recordó las medidas que está tomando el gobierno nacional para evitar este tipo de situaciones no sólo en las multinacionales sino también en las Pequeñas y Medianas Empresas. “Desde el Estado estamos haciendo un enorme esfuerzo. Hemos puesto a todas las empresas una nómina salarial entera en créditos, para que tengan aire, hemos bajado aportes patronales, dado moratorias, suspendido aumentos alquileres y sentencias de desalojoˮ, destacó entre otras acciones llevadas a cabo para amortiguar los efectos de la crisis económica desencadenada en el marco de la pandemia de coronavirus COVID-19.
Una vez más llamamos a la reflexión a Nicolás Caputo para que pueda dimensionar la gravedad de su decisión y el impacto que esto tendría en 750 familias de Río Grande. Sabiendo que si así no fuera, el Estado activamente intervendrá en pos de resguardar sus derechos.
En el marco de esta crisis económica y sanitaria, resulta indispensable sostener las fuentes de trabajo de los argentinos y argentinas, para no sumar más angustia a su ya complejo presente. No es momento para empresarios inescrupulosos sino para aquellos que se comprometan a formar parte de un proyecto nacional que brega por el bien común.
Nadie se salva solo.
