En la Ciudad de Buenos Aires, militantes de decenas de organizaciones sociales, políticas y gremiales concentramos en el Obelisco para luego movilizar a la Embajada de Bolivia y a la Cancillería argentina en repudio al Golpe de Estado que está sufriendo el pueblo boliviano lo cual motivó la renuncia del compañero Evo Morales Ayma, su vicepresidente ílvaro García Linera y toda la línea sucesoria perteneciente al Movimiento al Socialismo (MAS); quienes se encuentran en su gran mayoría con asilo político dado que sus vidas corren peligro.
La movilización se caracterizó por la diversidad de banderas, donde entre la de las distintas organizaciones convocantes y la del país hermano, se fundía la Wiphala. La misma Whipala que se vio siendo quemada en Bolivia por grupos civiles opositores al gobierno democrático, la misma que efectivos policiales recortaron orgullosos de sus uniformes, la misma que históricamente es símbolo de resistencia de los pueblos indígenas originarios y que fue reconocida como insignia del Estado Boliviano en la Constitución de 2008.
La comunidad boliviana de nuestro país tuvo un gran protagonismo en todas las columnas que atravesaban el centro porteño, donde podía escucharse: “Evo, querido, el pueblo está contigoˮ y “Evo no estás soloˮ; al tiempo que se agradeció la participación de los miles de manifestantes que buscan garantizar la continuidad democrática en el país vecino y en la región. En este sentido, Evo compartió en su cuenta de Twitter un video de la movilización en Buenos Aires donde sostuvo: “Agradezco a nombre de mi pueblo las muestras espontáneas de apoyo a nuestro gobierno democrático que fue derrocado por el golpe cívico-político-policial que ha instaurado en Bolivia un régimen de facto apoyado en la violencia y la represiónˮ.
En simultáneo, el primer mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, celebró el Golpe de Estado y realizó una comunicación oficial donde expresó: “Estados Unidos aplaude al pueblo boliviano por exigir libertad y a los militares bolivianos por cumplir con su juramento no sólo a una persona, sino a la Constitución de Boliviaˮ.
Coherentes con su ideología, Mauricio Macri y su canciller Jorge Faurie desconocieron el Golpe argumentando que “no están los elementosˮ para definirlo de ese modo.
Por ello, un grupo de diputados y diputadas del Frente de Todos, acompañados por la militancia, solicitaron una audiencia con el canciller Jorge Faurie para exigir al gobierno argentino que repudie el Golpe de Estado, que se revise la declaración del embajador en Bolivia, que se vele por la integridad de Evo Morales y el resto de los integrantes de su gobierno y que no se encolumne con la política exterior de Estados Unidos. Luego del encuentro, los legisladores presentes indicaron a los medios locales que no hubo un acuerdo respecto de la caracterización del Golpe ni a la continuidad de las instituciones en el país hermano; motivo por el que se solicitará desde la oposición una sesión especial en el Congreso para lograr “Un pronunciamiento a favor de la democracia en América Latina y que se reconozca el Golpe de Estado en Boliviaˮ.
Participaron, entre otros, los diputados y diputadas nacionales Andrés Larroque, Mayra Mendoza, Horacio Pietragalla, Laura Alonso, Luana Volnovich, Rodrigo Rodríguez, Leopoldo Moreau, Mónica Macha, Adrián Grana y las electas Paula Penacca y Daniela Vilar.
En momentos donde la democracia está en juego, es fundamental continuar consolidando los lazos con los países hermanos de la Patria Grande. Es así como los presidentes Martín Vizcarra de Perú, Mario Abdo de Paraguay y Andrés Manuel López Obrador de México, junto con Alberto Fernández, pudieron trazar acciones coordinadas para brindar asilo político en México a Evo y garantizar la integridad del resto de la dirigencia boliviana del MAS.
No toleramos más Golpes de Estado y continuamos reclamando el retorno de la democracia en Bolivia, el cese de la violencia hacia los hermanos bolivianos y el llamado a elecciones libres y sin proscripciones donde el pueblo pueda volver a elegir un mandatario que continúe en la senda de la construcción de una patria más justa, igualitaria, plural, con crecimiento y distribución de la riqueza.
