Ciudad de Buenos Aires

Es urgente, es ya

Las obras de infraestructura en las villas y asentamientos de la Ciudad de Buenos Airte no pueden esperar más.

 

El temporal del 7 de abril le causó la muerte Gilda Olmedo Cañetes en la villa 21-24. Gilda, mamá de 7 hijos, se electrocutó queriendo evacuar el agua de su pasillo. El amparo que rige para que se hagan las obras de electricidad tampoco alcanzó para que el IVC actúe. La falta de obras en villas y asentamiento de la Ciudad de Buenos Aires cuestan vidas. Muy cerca están también las muertes de la inundación de abril de 2013 que se llevó a 8 personas. La lluvia de este sábado ocasionó inundaciones y daños en todas las villas y asentamientos de la ciudad.

Los villeros formamos parte de las mesas de urbanización que a partir de la sanción de leyes especí­ficas llevan adelante los procesos de re-urbanización promovidos por el gobierno de Larreta. Desde el primer momento planteamos la honda preocupación por las obras de infraestructura en los barrios. Acompañamos la sanción de las leyes a pesar de que no admitieron consignar por ley la “simultaneidad de obrasˮ porque además de la vivienda nueva, que es necesaria pero que no alcanza, necesitábamos garantí­as para el barrio consolidado.

Del mismo modo que a partir de que el anterior Gobierno de Macri planteó que la urbanización se resolví­a entregando tí­tulos de propiedad y le dijimos que titularizar no es urbanizar. Casos como la Villa Cildañez anunciada como un barrio urbanizado dan cuenta de que el tí­tulo de propiedad no resuelve de por sí­ la conexión a los servicios, la apertura de calles, las obras de mejoramiento, el acceso a la salud y la educación como primeros aspectos esenciales para pensar el acceso al hábitat digno de todos nuestros vecinos.

La villa 20 viene de obras fallidas mal ejecutadas por las cuales las cloacas, pluviales y el acceso al agua en el barrio está peor que antes. En esta situación, no logramos que el IVC reconozca que la Mesa de Urbanización debe constituirse como veedora de las obras para que otra vez no suceda lo mismo: una licitación, millones de pesos que se lleva una empresa y ni una sola mejora o conexión a servicios para nuestras casas. Cuando hablan de procesos participativos deben reconocer de una vez por todas que participación implica reconocer que los barrios fueron construidos a partir de la organización popular y que es necesaria una nueva institucionalidad que reconozca que las decisiones deben ser consensuadas y compartidas. Nos imponen un proceso que fracasa y las consecuencias las pagamos nosotros.

El barrio Rodrigo Bueno, modelo para Larreta de urbanización no cuenta con ninguna previsión sobre lo que va a suceder en el barrio más que el inicio del complejo de viviendas nuevas. Lo mismo sucede en el Playón de Chacarita en el que ni siquiera pueden terminar de ejecutar las obras llamadas de “emergenciaˮ. En la Villa 31 y 31 bis sigue desconociéndose el proyecto integral de urbanización del barrio, el Dictamen ordenador del proceso generado en el marco de la ley 3.343 siguen siendo ignorado. Mientras tanto, el gobierno priorizó el cambio de la traza de la autopista Illia para promover la urbanización.

¿Y el resto de los barrios? ¿Por qué no son prioridad para el Gobierno? ¿No tienen acaso el mismo derecho a tener su ley y programa de urbanización?

Le exigimos al Gobierno de la Ciudad que a través de todos los organismos pertinentes trabaje en dispositivos para la prevención y atienda la emergencia frente a las inundaciones, pero sobre todo reclamamos que el IVC y la Secretarí­a de Integración Social y Urbana diseñen un plan de obras de infraestructura para todas las villas y asentamientos. Necesitamos planificación y presupuesto porque nos merecemos vivir bien en la ciudad.

Frente de Villas de La Cámpora en la Ciudad de Buenos Aires

Ciudad de Buenos Aires
El domingo 17 de marzo participamos, por cuarto año consecutivo, de la Marcha de las Antorchas en el barrio de Lugano 1y2 bajo el lema “Iluminemos las calles con memoria” y en unidad con todas las organizaciones del campo popular de la comuna y el Observatorio de Derechos Humanos de la Comuna 8.