Durante la tarde-noche, los vecinos volvieron a recuperar las calles y disfrutar de lo que es una verdadera fiesta popular.
La noche se llenó de magia y alegría con la Batucada “La 27 de Oktubre”, y, entre la espumita y las sonrisas de los chicos, se armó el baile con el cierre tropical de Ismael Ferrer.
Como no podía faltar hubo venta de comida y bebida a precios populares, la cual estuvo a cargo de compañeros y vecinos.
De esta manera se sigue demostrando que, como dijo Cristina “el carnaval es una verdadera reconquista de la alegría popularˮ.