Economí­a

Ensayo general para la farsa actual

Miles de pibes y pibas se acercaron a la Rural entre ayer y hoy, haciendo filas durante horas, con la esperanza de que esta iniciativa los ayude con la problemática que ya no sólo afecta a los y las jóvenes en particular, sino a toda la sociedad en general y la población económicamente activa: conseguir laburo.

Por Julián Eyzaguirre

Reglas de juego claras, hechas a medida

“Lo que nos ha faltado durante muchos años es organizarnos, poner reglas de juego y respetarlas…ˮ, con estas palabras -y su grandilocuencia habitual coucheada- inauguraba Mauricio Macri la “Expo Empleo Joven 2017ˮ en la segunda casa del gobierno actual: el predio de de la Sociedad Rural Argentina. Miles de pibes y pibas se acercaron a la Rural entre ayer y hoy, haciendo filas durante horas, con la esperanza de que esta iniciativa los ayude con la problemática que ya no sólo afecta a los y las jóvenes en particular, sino a toda la sociedad en general y la población económicamente activa: conseguir laburo.

Ahora bien, hablamos de conseguir laburo, y la Expo Empleo Joven propone, al decir del presidente, reglas de juego que tienen que ser respetadas: trabajos precarios y flexibles, en el mejor de los casos, porque la realidad es que de las “200 empresas privadas de primera lí­neaˮ -mucho McDonaldˮ™s, Wendys, Mostaza y Burguer Kingˮ¦-, prácticamente ninguna toma los CVˮ™s (te los mandan a cargar por internet), ni tampoco se toman 2 minutos para explicarle a cada asistente de qué tratan sus búsquedas laboralesˮ¦ ¡Pero ojo! Hay otras cosas más en la “Expoˮ que son re útiles, además de ofrecer empleo: “Charlas Motivacionalesˮ con lí­deres empresariales que exponen sobre “liderazgoˮ y “pensamiento crí­tico aplicado al mundo laboralˮ; o también, “Orientación Laboralˮ, donde no te consiguen laburo, pero te ayudan con un Test Vocacional para que pienses de qué te gustarí­a trabajar algún dí­a, cuando haya trabajo, no ahora, porque seguimos esperando las lluvias de inversiones.

Los y las jóvenes en el mundo del trabajo

Algunos datos de la realidad para tener en cuenta: en la Argentina y en el mundo, los y las jóvenes entre los 18 y los 30 años, son el sector de la Población Económicamente Activa que más afectada se ve en la consecución de un empleo y, fundamentalmente, de un primer empleo. Esto tiene que ver con esas “reglas claras del juegoˮ: el sistema capitalista demanda mano de obra más calificada y, en lo posible, más barata; una ecuación inversamente proporcional que continúa en una lógica de destrucción de la dignidad laboral del ser humano. En nuestro paí­s, puntualmente, hoy tenemos aproximadamente más de 1.000.000 de jóvenes que no se encuentra cursando estudios, ni trabajando, pero en búsqueda de empleo o realizando alguna “changaˮ -de las que quedan- dentro del mercado informal de trabajo.  Estos son los famosos “ni-niˮ que utilizan algunos polí­ticos y los grandes medios para defenestrar a los jóvenes, omitiendo que se achica la matrí­cula universitaria porque se recortan las Becas, el Programa Progresar, los Programas de Más y Mejor Empleo; al mismo tiempo que aumentan los servicios, entre ellos el transporte público, lo que realmente implica un impedimento real al acceso educativo y laboral de nuestros pibes y pibas.

Esta problemática que involucra a los y las jóvenes en el mundo del trabajo no es reciente, sino que viene siendo una tendencia de los últimos tiempos. Durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, la misma situación se buscó sortear con parámetros muy diferentes a los que plantea el gobierno actual desde la mancomunión con el sector empresario. Desde el primer gobierno de Néstor se impulsaron diversas polí­ticas públicas – ¿les sonará a los ceo-ministros?- de empleo que buscaban mejorar las capacidades y competencias, permitiendo finalizar los estudios y generando las posibilidades de mejora de la empleabilidad, en el marco, vale aclarar, de un modelo de paí­s que empujaba al desarrollo económico con inclusión social. Con el devenir de los años, se fortaleció aún más este enfoque que buscaba dar respuestas al total de la población -y no bajo la lógica mercantil e individualista de “triunfo del más fuerteˮ- con la puesta en marcha del Programa Progresar que dio respuesta a cientos de miles de jóvenes de todo el paí­s que, más que buscar un trabajo precario ante la necesidad, apostaban a crecer, desarrollarse y formarse en un paí­s que brindaba oportunidades equitativamente.

La pantalla por delante de la Expo: buscar laburo donde no existe

Por otra parte, cuando el macrismo realiza estas iniciativas pro-empresariales, a través de la fantasmagórica Dirección General Polí­ticas de Juventud de la Ciudad de Buenos Aires, se ponen en juego miles de expectativas de jóvenes que realmente necesitan y buscan laburo y terminan chocándose con la realidad cuando llegan y se encuentran con un “engaña-pichangaˮ al mejor estilo PRO, donde la propuesta es terminar trabajando precarizadamente o, simplemente, volverte a tu casa con todas las copias del CV que llevaste al divino botón. Desgraciadamente, los grandes medios de comunicación -cómplices siempre de las acciones gubernamentales de Cambiemos- pintan y justifican la “Expoˮ con notas coloridas que poco y nada tienen que ver con la realidad de los jóvenes hoy en dí­a. Esperamos que finalizado este ensayo más de la farsa actual de Cambiemos, que deja al desnudo su verdadera vocación precarizadora de los más vulnerables en el mundo del trabajo, los anfitriones de la Expo Empleo Joven den cuenta real de los “milesˮ de puestos de trabajo que vinieron a ofrecer a través de las empresas y no hagan, como ya es costumbre, la vista gorda diciéndonos que esperemos al segundo semestre…

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