El organismo conducido por Jorge Todesca informó que en el último trimestre de 2016 el desempleo fue del 7,6%, mostrando un descenso respecto a los tres meses anteriores. No obstante cabe aclarar que el desempleo puede bajar por dos motivos: porque gente que buscaba trabajo consiguió uno, o porque personas que buscaban trabajo dejaron de buscar y por tanto ya no integran la población económicamente activa sobre la cual se calcula el porcentaje del desempleo.
El motivo por el cual el desempleo mostró un descenso es porque un número significativo de personas desempleadas dejaron de buscar trabajo. Tan deteriorada está la situación del país que siquiera hay esperanza de conseguir un empleo. Ni la prensa oficial pudo disimular esta situación. Clarín pone en tapa que “hubo más personas que dejaron de buscar trabajoˮ. La Nación señala que “hubo menos gente que buscó trabajo en 2016ˮ. Por su parte, El Cronista subraya que hubo “una caída del desempleo pero por el freno que tuvo la economíaˮ.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que por motivos estacionales en el cuarto trimestre suele descender el desempleo. Si se comparan sólo los cuartos trimestre de los últimos años, hay que remontarse a 2009 en el auge de la crisis internacional para encontrar un desempleo superior al 7,6 (en ese momento fue de 8,4%).
No se puede comparar el 7,6 difundido ayer con el cuarto trimestre de 2015 porque coincide con el apagón informativo del INDEC dispuesto por Mauricio Macri, de modo que no hay datos oficiales de esos meses. Igualmente cabe recordar que en el segundo trimestre de 2016 el desempleo subió 2,7% respecto al segundo de 2015. Y en el tercer trimestre del año pasado subió 2,6% en relación al mismo período del año anterior.
La última curiosidad de los datos conocidos ayer son las sustanciales diferencias con las mediciones del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Para el INDEC, en capital federal hay un desempleo del 5,7%. Para el instituto de medición del gobierno porteño, el desempleo en la capital es del 8%. Llama la atención que haya un 40% de diferencia entre ambas mediciones. Si según Macri el organismo estadístico que lanzó en la Ciudad era un ejemplo de rigurosidad metodológica, el INDEC que actualmente maneja no lo estaría siendo.
El desempleo se suma a los datos sobre pobreza, ventas minoristas, producción e inversiones que dan cuenta de una profunda recesión y un rumbo que sólo agudiza las dificultades.
