Medios

Futuro al Volver

Si buscás en internet “clarí­n echadosˮ lo primero que aparece es “Tema del Domingo: Echados y unidos contra la persecución en el Estadoˮ. Tranquilo, no es que Magnetto se enojó con Macri y se independizó del gobierno. Adiviná. Es una nota vieja, claro. Bah, no tan vieja tampoco, dos años nomás. Pero, claro, gobernaba Cristina.

No aparece, en cambio, la marcha por los cuatrocientos empleados de Clarí­n “echados y unidosˮ de repente, mientras la empresa, desde que ganó Macri es el medio de comunicación que más pauta oficial recibió del gobierno por lejos. Y por si fuera poco, porque estos no se privan de ninguna, eh, el grupo Clarí­n acaba de conseguir un préstamo millonario en dólares.

O sea, si te fijas bien, nos vienen diciendo que este es un año duro, que hay que hacer un esfuerzo, que no se podí­a disfrutar tanto de la vida. Por esto le exigen a la sociedad que tenga paciencia extra y haga un sacrificio bien republicano, que no se queje, que pida permiso y hasta perdón. De pronto, todos están peor en este modelo que en el anterior. Los pobres, ahora son más pobres. La desocupación volvió a crecer. Los que tienen trabajo cada mes ganan menos. Los negocios de barrio, las empresitas familiares, todas esas están cerrando o achicándose porque nadie tiene plata para comprarles nada. Mientras tanto, Macri y Vidal, como si no fueran lo que son, se tomaron todas las vacaciones que quisieron en las sierras y en las hermosas playas de México. Ojalá que vuelvan descansados.

Y en este contexto, una de las re pocas empresas que se beneficiaron este año, que es Clarí­n obviamente, echa cientos de empleados. Pensalo así­, en este año las acciones de Clarí­n subieron en la bolsa, su patrimonio se multiplicó, no por vender más productos sino por la pauta del gobierno. Y además, le prestan plata. Que seguramente, en unos años le van a encontrar la vuelta para que pienses que está bien esa deuda la pague el Estado, o sea todos los demás. Parece exagerado, pero no lo fue cuando estatizaron la deuda privada de varios grupos empresarios en los últimos años del gobierno militar. Seguro que ni Clarí­n ni Intratables te cuentan que casualmente una de las empresas más beneficiadas en la dictadura por pedir préstamos en dólares que disfrutan “los eficientes empresarios privadosˮ pero que después pagamos todos fue el grupo Socma de la familia Macri. Para colmo te dicen que “un tipo como Mauricio que nació millonario no va a robar como presidente porque ya lo tiene todoˮ. Ya lo tiene todo por haber estafado a los argentinos desde hace décadas. Hay algunas cosas interesantes para saber sobre las deudas privadas queterminamos pagando todos y sobre los funcionarios del mejor equipo de los últimos 50 años como Melconián y Prat Gay.

Entonces Clarí­n, que nunca jamás fue tan poderoso como hoy, que nunca multiplicó tanto su patrimonio ni su lobby polí­tico y judicial como este año, ¿qué es lo primero que hace? Echa un montón de trabajadores.

Esta es la gran mentira, el chamuyo de que si les va bien a ellos, los magnates, los magnetos, los macris, los calcaterras, los sociedad rural, los ceos de los bancos y los inversores de afuera, en algún momento te va a empezar a ir bien a vos. Mirá la que hacen. Crecieron un montón este año, fueron los únicos que crecieron mientras el pueblo tení­a que hacer un sacrificio. Y Clarí­n, en lugar de crear “empleo genuinoˮ, ese que tanto promete Macri, ¡echa cuatrocientos empleados!

Por eso te enchufan que tengas esperanza en el futuro pero por el futuro a en sí­ mismo. Como palabra que tiene una linda carga simbólica, que suena bien, pero nunca te explican nada concreto. Eso de hablar de polí­tica ya fue, es muy aburrido, les hace acordar a la cadena nacional, qué horror.

El futuro de ellos es otro, por cierto. Es particular, es solo de ellos, es privado y es ahora, está siendo. Familias perfectas, en sus vacaciones perfectas, posando tan perfectos en sus revistas de moda. Todos rubios, millonarios, felices y por eso, exitosos. La meritocracia de los que tienen millones de méritos en cuentas offshore y le explican a los demás, fracasados e inferiores, que “esperen su futuro mejorˮ con paciencia y sabidurí­a oriental. Ya va a llegar, está viniendo, está en camino, ya está cerquita, ahí­ viene posta. Como las inversiones que están por llegar también. Y con el segundo semestre que anda un poco demorado por ahí­ con la revolución de la alegrí­a.

El futuro de ellos para el resto es más de esto porque es lo que vinieron a hacer a pesar de sus falsas promesas de campaña. Concentración en pocos, flexibilización, desocupación, pobreza y represión para el que quiere dejar de esperar que llegue su propio futuro por arte de magia televisiva.

Es que al futuro del pueblo no se lo espera, ni se lo pide por favor a un patrón. Se lo busca, se lo construye. Al futuro se lo encuentra a cada rato, en cualquier lado. Cada vez que uno empieza a pensar por sí­ mismo, en forma personal, creativa y colectiva aparece el futuro. Cada vez que uno se organiza de cualquier forma con otro para defender algo, para organizar la ayuda cuando se necesita, para crear centros culturales, clubes de barrio, grupos de estudio, lo que sea. En cualquier lado puede verse al futuro. Excepto uno, en la televisión.

 

 

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