Esta incapacidad le generó muchos inconvenientes para poder seguir con su vida lo más dignamente posible, pero en la actualidad gracias a un Estado presente percibe una pensión por discapacidad y pudo ir construyendo su hogar en dicho barrio.
“Cuando sueñas, la construcción del mundo es una risa de albañilesˮ, escribió una vez el compañero y pensador nacional Leopoldo Marechal. Con esa premisa como bandera, al tomar conocimiento de que Pedro jamás había podido contar con un baño propio, la militancia organizada decidió ir a ayudarlo con ladrillos y materiales de construcción. Llevaron también donaciones que habían recolectado previamente (abrigos, alimentos, una pava eléctrica y un bastón que lo ayude a caminar). Para finalizar, realizaron una olla popular para compartir entre lxs vecinxs al concluir la jornada.
De esta forma, a sabiendas de que estas actividades solidarias se realizan en cada rincón del país, la militancia sigue tejiendo lazos solidarios con el pueblo, abrazados en una causa común y creyendo en la solidaridad como un valor fundamental para la reconstrucción de una Patria para todxs.
