En el marco de un gobierno que ampliaba derechos para las mayorías y las minorías postergadas, Néstor y Cristina Kirchner escucharon el reclamo que durante años habían encabezado las organizaciones LGBTIQ y trabajaron para la sanción de la Ley 26.618, modificatoria del Código Civil, que declaraba: “El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos, con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexoˮ.
La ley no fue solamente votada por Néstor Kirchner, quien además de diputado era presidente del Partido Justicialista, sino que se ocupó personalmente de “juntar voto por votoˮ, en palabras de Máximo Kirchner, para que este proyecto se convierta en una realidad efectiva.
Los debates parlamentarios estuvieron teñidos de manifestaciones a favor y en contra de la ley. De un lado, se ubicaban quienes esgrimían mensajes homofóbicos, utilizaban como argumentos opiniones o creencias personales y pseudo diagnósticos estigmatizantes; vaticinando el fin de la familia o augurando un destino de infelicidad para los niños y niñas que pudieran criarse con familias de parejas del mismo sexo. Entre ellos podemos recordar a algunas de las figuras más importantes del actual oficialismo, como la vicepresidenta Gabriela Michetti, el diputado Eduardo Amadeo y el ministro Oscar Aguad, además de la abstencionista Elisa Carrió.
Del otro, estaban quienes peticionaban al Estado la ampliación y garantía de derechos, reflejando la inconsistencia de una legislación que no se correspondía con un proyecto de país para todos y todas. Una imagen que se repetiría luego con el tratamiento de la ley de identidad de género, promulgada también por Cristina Kirchner, y recientemente en los debates por el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo.
En este marco, el 5 de mayo de 2010 la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de ley por 126 votos a favor frente a 110 en contra y cuatro abstenciones. El 15 de julio de ese año de madrugada, se aprobó el dictamen sin modificaciones en la Cámara Alta y el 21 de julio Cristina Fernández de Kirchner promulgó el decreto, convirtiéndose en ley el Matrimonio Igualitario; consagrándonos como el primer país de la región y el décimo a nivel mundial, en legalizar el casamiento entre personas del mismo sexo.
Durante la promulgación, Néstor subrayó: “Las sociedades tienen que ir evolucionando. Hay que ir superando el oscurantismo con igualdad y con inclusión. Eso es lo que elimina las tensiones y permite que una sociedad se vaya realizandoˮ.
Con su ejemplo de militante incansable, recuperaremos un proyecto de país que tenga como ejes el amor y la igualdad.