La crisis desencadenada a partir de la implementación de un modelo socioeconómico de redistribución negativa de los ingresos, no para de acentuar sus consecuencias en los trabajadores y trabajadoras.
El día de ayer se conoció el cierre de la fábrica Metalpar, la mayor productora de carrocerías en el país, quedando 600 trabajadores y trabajadoras en la calle. Sumando los empleos indirectos, el impacto del cierre de la empresa radicada en Loma Hermosa, Provincia de Buenos Aires, llegará a la destrucción de algo más de mil puestos de trabajo.
A fines del año pasado, el titular del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), Ricardo Pignanelli, anticipó que “en los próximos meses se van a perder 15 mil puestos de trabajo en el sector automotrizˮ a causa de la recesión que mantiene las plantas semi paralizadas.
En la misma línea, hoy Peugeot suspendió por dos meses a sus mil empleados de la fábrica del Palomar, reinaugurada hace 2 años por el presidente Mauricio Macri.
Desde la localidad bonaerense, los directivos justificaron la decisión de detener la producción a la caída en las ventas, con la consecuente acumulación de stock. El acuerdo al que pudieron llegar con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) fue que los trabajadores y trabajadoras percibirán sólo el 75% de salario básico para así evitar cesantías y despidos. Hasta abril se mantendrá frenada la línea de montaje, manteniéndose únicamente en actividad la administración y el sector de ventas. Nuevamente una reforma laboral implementada de hecho.
Cuando el 16 de marzo de 2017, el presidente Mauricio Macri reinauguró la planta, además de recordar los años en que su familia conducía Peugeot, resaltó la importante inversión que realizó la automotriz francesa en el país e interpretó que ésta fue “una demostración de confianza a este camino que empezamos hace 15 mesesˮ.
Entre las promesas realizadas por el primer mandatario en esa fecha, se encontraba que “Los mismos autos que salgan en Francia van a salir en Palomar pero los que salgan de acá van a decir ˮhecho en Argentinaˮ, que es un viejo sueño que teníamosˮ.
Asimismo, Mauricio Macri sostuvo que el día anterior el Gobierno había logrado un acuerdo multilateral con el sector automotor para producir “un millón de automóviles y generar más de 30 mil nuevos puestos de trabajo, además de cuidar los que tenemosˮ. En este sentido, subrayó que las inversiones representaban una “Demostración de confianza a ese camino que empezamos a construir hace 15 mesesˮ.
Pero pasaron cosas. Recientemente, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) reveló a través de un informe que desde el 2016, quebraron 2.177 empresas, mientras que 246 entraron en Procedimiento Preventivo de Crisis y 805 lo hicieron en un concurso preventivo de acreedores.
Necesitamos una política económica que apueste a la industria nacional, al desarrollo y protección del mercado interno, a través del mejoramiento del poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras en nuestra Patria; lejos de las vacías puestas en escena.