Un análisis detallado de las cifras publicadas por el Indec sobre el mercado laboral en Argentina, muestra que más allá de los 270.000 nuevos/as desocupados y desocupadas que hay respecto de hace un año, existen situaciones más graves aún, que sumadas a otros indicadores ponen a algunas zonas del país en la situación de emergencia social que tanto el Gobierno nacional como el de la provincia de Buenos Aires -entre otros- se empeñan en negar.
La desocupación se encuentra un punto por encima de la cifra difundida hace exactamente un año, y con expectativas de alcanzar el doble dígito en la próxima medición: Más de 1.850.000 personas no tienen trabajo, un 9,6 por ciento en aglomerados urbanos, la tasa más alta en 12 años.
El conurbano bonaerense es el territorio más golpeado: 12,4 por ciento (unas 700.000 personas sin trabajo). Otras aglomeraciones urbanas con situaciones difíciles son el Gran Córdoba con 10,8 (80.000 desempleados) y el Gran La Plata con 9,5. En la Capital Federal por su parte, hay 125.000 personas desempleadas (pasó de los 7 puntos de hace un año a los 7,8 actuales).
El desempleo es mayor entre las mujeres: 10,8 por ciento versus 8,7 entre los varones, y otro dato alarmante es la desocupación entre los jóvenes, el sector etario más castigado por las políticas de Mauricio Macri, tanto en lo social como en lo económico: 17,3 por ciento en varones y 21,5 en mujeres de hasta 29 años (llegando a 24,6 en el mencionado Gran Buenos Aires) .
Asimismo, es necesario aclarar que el aumento de la tasa de empleo (pasó del 41,5 al 41,9) se explica por el aumento de la tasa de actividad (subió de 45,4 a 46,4), es decir, hay más gente buscando trabajo (sobre todo mujeres) y eso se debe a que los ingresos familiares ya no alcanzan e integrantes de la unidad familiar que no trabajaban se ven obligados a hacerlo para poder ayudar a parar la olla. Un ejemplo: en Córdoba, 46.000 personas que se encontraban sin empleo por elección, tuvieron que salir a buscar trabajo.
Los datos publicados también arrojan la conclusión de que en lo que va de 2018 no se creó empleo asalariado formal. Los puestos nuevos de trabajo son de asalariados no registrados y, sobre todo, monotributistas, una tendencia que comenzó con la llegada de Cambiemos al gobierno y que ahora se ha consolidado, demostrando que ya no es una orientación sino el modelo de precarización que Macri, Vidal y compañía vinieron a tratar de imponer.
En síntesis: gobiernan para los ricos.
