Ciudad de Buenos Aires

El GCBA hace oí­dos sordos, avanza con el 5×1 y borra un pedazo de historia de la Ciudad

En medio del receso legislativo y de espaldas a los porteños y porteñas, el Gobierno de la Ciudad decidió eliminar la protección cautelar del Hospital Muñiz, allanando el camino para avanzar con el proyecto del Complejo Hospitalario Sur.

Por Javier Andrade, legislador porteño de Unidad Ciudadana

El Gobierno de la Ciudad pretende fusionar en el predio del Hospital Muñiz, el Instituto de Rehabilitación Psicofí­sica, el Hospital de Rehabilitación Respiratoria Ferrer, el de Gastroenterologí­a Dr. Bonorino Udaondo y el Oncológico Marie Curie. Este “5×1ˮ, como lo bautizaron los trabajadores y trabajadoras de la salud, esconde el cierre de los hospitales y el recorte de personal para ceder estos terrenos a los negocios inmobiliarios.

En las reuniones de la Comisión de Salud, los y las profesionales expresaron su rechazo y advirtieron que esta iniciativa aumentará los riesgos hospitalarios y perjudicará la atención sanitaria pública. Mientras el Ejecutivo avanza sin brindar información, los diputados y diputadas de Cambiemos se niegan a aprobar los pedidos de informes que presentamos desde Unidad Ciudadana y otros bloques de la oposición, aduciendo que todaví­a “no hay un plan concretoˮ.

Sin embargo, esta mañana nos encontramos con la publicación en el Boletí­n Oficial de la desafectación de protección cautelar del Hospital Muñiz, una medida que permite la modificación de su estructura y/o demolición, y deja en evidencia su intención de avanzar de manera inconsulta con este proyecto. Parece que el plan, concreto o no, ya está en marcha.

El cinismo del Gobierno es tal que justifica esta resolución con el mal estado del hospital. La gestión que gobierna hace 11 años la Ciudad de Buenos Aires y es responsable del deterioro y abandono de los hospitales públicos, ahora nos dice que tirando abajo gran parte de este patrimonio histórico se va a resolver esta problemática.

Las prioridades de Larreta van siempre a contramano de la lógica y el bienestar de los habitantes de la Ciudad. En el barrio de Lugano, por ejemplo, los vecinos y vecinas tuvieron que movilizarse para impedir el cierre de un centro de salud que está siendo vaciado desde hace meses, a pesar de que el 90% de los problemas de salud de la población se resuelven en el primer nivel de atención. Además, esperan la construcción de un hospital desde el año 2009, pero en lugar de cumplir con su promesa, el Gobierno decide avanzar en una obra faraónica que todaví­a no pudo explicar sanitariamente.

Este panorama se reitera en todos los hospitales y centros sanitarios de la Ciudad, especialmente en los involucrados en este proyecto. A la carencia de recursos e insumos, se le suma la falta de nombramiento de cargos. La secretaria del pabellón de Oncologí­a del Udaondo, por citar un caso, trabaja hace 13 años sin estar nombrada: le paga el sueldo una ONG que los mismos médicos formaron para afrontar los gastos. Estas irregularidades hacen que si un trabajador se jubila o cambia de dependencia, la vacante nunca se reponga. De esta manera, la sala de cuidados paliativos de esta institución, por ejemplo, no se puede inaugurar por falta de enfermeras.

Pero además de todo lo que podemos decir respecto de la función sanitaria de cada uno de estos hospitales, el proyecto implica la pérdida de identidad de las instituciones, una medida que está directamente vinculada al nuevo Código Urbaní­stico que quieren implementar en la Ciudad. La estructura del Hospital Muñiz al que le acaban de sacar la protección, tiene valores urbaní­sticos, arquitectónicos e histórico-culturales sobresalientes. Es necesario preservarlo como ejemplo paradigmático de los diversos procesos de la evolución histórica del distrito.

Por el derecho a la salud pública y por la historia de nuestra Ciudad, seguimos diciéndole “noˮ al 5×1.

Comunicado de La Cámpora
El gobierno definió avanzar con otra de sus políticas de crueldad, exclusión e injusticia al despedir masivamente a trabajadoras y trabajadores de distintas dependencias del Estado. Nos solidarizamos con cada uno de ellos y ellas y manifestamos nuestro acompañamiento a los sindicatos, herramientas fundamentales para la defensa de los derechos de los trabajadores y, por eso mismo, blanco sistemático de las operaciones de deslegitimación que llevan adelante el gobierno y los medios hegemónicos. Repudiamos especialmente el hostigamiento por parte de la Policía Federal a los delegados y delegadas gremiales.