En el lugar estuvo presente la diputada nacional Gabriela Estévez, quien a su vez presentó en el Congreso nacional un repudio contra la violencia física e institucional ejercida por la policía de la provincia de Córdoba en el desalojo contra madres, niños y mujeres embarazadas que fueron víctimas de esta violenta acción. A tal punto llegó la represión que uno de los vecinos del barrio se roció con combustible y estuvo a punto de incendiar su cuerpo para lograr detener el desalojo y la crueldad con la cual se manejó este procedimiento. No conformes con esta situación, las autoridades rodearon el barrio con topadoras para arrasar con todo lo que estuviera en pie, viviendas, pertenencias de las familias y hasta un comedor comunitario que alimentaba a los niños que residen en el lugar.
Hasta hace algunas horas el paradero de los once (11) vecinos detenidos era incierto. Estévez reclamó su inmediata liberación, además de exigir a las autoridades que den explicaciones acerca de lo sucedido y lo actuado con las familias que viven en el barrio.
La diputada denunció las prácticas anti democráticas que tienen como fin imponer, a como dé lugar, una decisión nefasta que viene de un insensible poder político al cual no le interesa ofrecer ningún tipo de remedio, solo reprimir y castigar a quienes menos tienen.
Criminalización de la pobreza, ni más ni menos, mientras el gobierno sigue generando más deuda, el único instrumento que tiene es la brutal represión por medio de la fuerza pública.
La vivienda como derecho fundamental, debe ser resguardada por los gobiernos Nacionales, Provinciales y Comunales, quienes deberían estar tratando de ofrecer soluciones y no profundizar los apremios de quienes más necesitan del Estado.