Cambiemos llegó al Gobierno para arrasar con los derechos de los argentinos y argentinas. El ajuste no cierra sin represión, sin la protección del Partido Judicial y sin la complicidad de falsos opositores ocupando bancas legislativas. Esto sólo es posible gracias al blindaje mediático, al acallamiento de voces que denuncien.
En un contexto donde lamentamos presas y presos políticos; donde vemos gestarse acuerdos espurios que recortarán derechos a trabajadores y trabajadoras; a jubilados y jubiladas y a titulares de programas sociales como la AUH; donde la represión a la protesta social ya es moneda corriente; donde los más vulnerados y vulneradas sufren a diario la creciente inflación; donde se contraen niveles de endeudamiento históricos; se deja sin aire a un periodista que informaba y revelaba cada uno de estos avasallamientos como es Víctor Hugo Morales. Una de las pocas voces opositoras que quedaban en el aire.
Mauricio Macri había prometido cerrar la grieta y vaya si la cerró. Su método es claro: hacer uso de la correlación de fuerzas a su favor en pos de amedrentar, silenciar y hasta encarcelar a quien piense distinto.
La pluralidad de voces en un sistema mediático amplio es un requisito imprescindible para hablar de una democracia plena. Es por ello que repudiamos enfáticamente este nuevo ataque a la libertad de expresión que acota cada vez más la calidad democrática de nuestro país.