Macri anunció un proyecto de ley para actualizar las jubilaciones del 30% que percibe los mayores haberes mientras precariza la situación de quienes no llegan a los 30 años de aportes. Decidió profundizar la desigualdad al subirle las jubilaciones a aquellos que aún no tienen una sentencia que lo ordene o siquiera han litigado, a la par que elimina las moratorias y las reemplaza por una pensión universal que representaría un 20% menos que el haber mínimo.
No conforme con ello, el primer mandatario publicó una columna de opinión en el periódico neuquino “La Mañanaˮ donde afirmó que el Estado “estafóˮ a los jubilados durante el kirchnerismo.
El ingeniero debe tener problemas de memoria, porque la verdadera estafa a los jubilados la hicieron las AFJP, sistema que él defendió y al que prometió retornar, y del que participaron activamente funcionarios suyos como Francisco Cabrera en Máxima AFJP. Ese sistema perverso al que anhela regresar el actual Gobierno, desvió U$S89.000 millones que correspondían a la Anses, cobró U$S12.000 millones en comisiones y le regaló U$S133 millones al Grupo Clarín comprándole acciones infladas, por mencionar algunos datos que el ex Jefe de Gobierno olvida.
En cambio, merced a la política previsional del kirchnerismo, los adultos mayores integrados en el Sistema Previsional pasaron del 66,1 al 97%. La jubilación mínima creció tres veces y media en términos reales, es decir, descontando la suba de precios.
Fue durante el kirchnerismo que se estableció la movilidad jubilatoria con dos aumentos por año, se otorgó la pensión por fallecimiento, la pensión no contributiva para adultos mayores en situación de vulnerabilidad social, la pensión no contributiva para adultos mayores con alguna discapacidad, se puso en marcha el plan de inclusión previsional que fue una suerte de moratoria para monotributistas y autónomos que no llegaron a los treinta años de aportes, se estableció la gratuidad del sistema ferroviario para los jubilados, y se entregó la tarjeta Argenta para que los jubilados tengan acceso al consumo, aunque para personas como Javier González Fraga eso sea una anormalidad.
Macri dijo que iba a reconocer lo que se había hecho bien y mantenerlo. Una vez más, faltó a su palabra.