Después de casi un año de que comenzó el mega juicio caratulado Arsenal Miguel de Azcuénaga II ˮ“ Jefatura de Policía, el Tribunal Oral Federal dictó la sentencia para los imputados, acusados de cometer delitos de lesa humanidad contra 215 víctimas.
Durante los 13 meses de juicio, en el cual declararon más de 300 testigos, logró probarse el circuito represivo y de exterminio que existía en Tucumán, desde 1975, del cual fueron autores y participes civiles, militares y policías.
De los 41 imputados fueron condenados a prisión perpetua los policías Luis Armando de Cándido, Ricardo Oscar Sánchez y Roberto Heriberto Albornoz, y el militar Luis Orlando Varela. Hubo cuatro absueltos: el sacerdote José Eloy Mijalchik, el escribano Juan Carlos Benedicto, el gendarme Celso Alberto Barraza, y el militar Luis Daniel de Urquiza. El resto fueron condenados de 5 a 20 años de prisión.
Según los familiares y querellantes todas las condenas injustas serán apeladas.
Después de más de 30 años, se arriba a una sentencia que ofrece, aunque no más, un poco de consuelo para los familiares y amigos de las víctimas, así también como para los sobrevivientes, una historia recuperada.
Este juicio se enmarca dentro de la lucha por los Derechos Humanos, que supo iniciar Néstor Kirchner y que se convirtió en un eje central de su gobierno. Con políticas vinculadas a la memoria y a la reparación histórica, se propuso dar fin a las opciones de impunidad para los autores de los crímenes que se cometieron en el curso de nuestra historia. Hoy, bajo la tutela de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, continuamos la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
“Son juicios históricos y señeros en el mundo, porque dignifican y engrandecen a los pueblos ratificando la vigencia de los D.D.H.Hˮ señaló Valentina García Salami, abogada querellante y militante de Derechos Humanos de la Cámpora en Tucumán.