Movimientos sociales, organizaciones políticas y sindicales se dieron cita en la Universidad Nacional de Cuyo, en una cumbre que, por primera vez en 11 años y violando la normativa del Mercosur, no fue organizada por la presidencia pro témpore en este caso en manos del gobierno argentino.
Entre los acuerdos a los que llegaron los participantes, se resolvió que: “La Cumbre de los Pueblos rechaza categóricamente la ilegal y arbitraria suspensión de la República Bolivariana de Venezuela del Mercosur por constituir un duro golpe a la institucionalidad del Bloque Regionalˮ.
En otros puntos del texto también manifestaron su respaldo al gobierno de Nicolás Maduro, al que lo definieron como “legal y legítimoˮ, y criticaron el viraje total que ha realizado el Mercosur al alinearse con “políticas anti-popularesˮ a los “designios de Washington, la Unión Europea y las corporaciones económicas de la Argentina, Brasil y Paraguayˮ. Alejándose completamente de su matriz principal que fue desde sus inicios el fortalecimiento del mercado regional del sur, basado en una política económica regional que fortaleciera la unión entre los países que lo integran.
Uno de los reclamos más fuertes de las organizaciones presentes fue por “la libertad de la compañera Milagro Sala y de todos los presos políticos del gobierno derechista de Macriˮ, y denunciaron “las restricciones a la democracia en la Argentina y la persecución y represión de líderes popularesˮ.
También repudiaron la presencia del brasileño Temer en la Cumbre de presidentes, por “golpistaˮ, y reiteraron su reclamo “por una salida soberana al mar para Boliviaˮ.
En el cierre de la Cumbre, la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, recordó “ que la Cumbre de presidentes al día siguiente no puede llamarse Cumbre del MERCOSUR porque un Estado Parte, la República Bolivariana de Venezuela, estará ausente por haber sido ilegal e ilegítimamente suspendido, asimismo reúne a un presidente de facto (Temer, Brasil), a un gobierno que es el hijo de un golpe de Estado (Cartes, Paraguay) y a un gobierno que simboliza a la complicidad civil con la dictadura militar en Argentina (Macri )ˮ.
Las Cumbres de los Pueblos han simbolizado en nuestra región la resistencia al neoliberalismo. Durante la década del ´90, convocaron a las organizaciones y movimientos en su lucha contra las políticas promovidas en el marco del pensamiento hegemónico vinculado al Consenso de Washington. No es casual que hoy las organizaciones y movimientos sudamericanos vuelvan a reunirse en una Cumbre de los Pueblos.
Los pueblos del Mercosur hicieron cumbre nuevamente, y se organizan para frenar el proyecto que esta restauración conservadora y neoliberal busca imponer en nuestra región.