Entre el primer semestre de Néstor y el de Macri hay muchas diferencias pero una es cualitativa: cada uno eligió un rumbo distinto para la Argentina que recibió.
Nosotros creemos que gobernar no es echarle la culpa a la herencia sino hacerse cargo de los problemas del presente. Mucho menos es responsabilizar a la gente por haber “consumido muchoˮ.
Queremos contar que no hace falta esperar ningún semestre mágico para estar mejor si las decisiones que se toman están pensadas en función del bienestar de todos y no de unos pocos.
Esta es la diferencia fundamental entre un primer semestre y otro: en el de Macri se atendieron las demandas de los que más tienen y se condenó al resto de la sociedad a esperar un segundo semestre mágico que, ahora dicen, no va a llegar.
Queremos contar que pesada herencia es recibir un país quebrado, con su economía destruida y la gente con los brazos caídos. Pero queremos contar también que gobernar no es resignarse a que eso tenga que ser siempre así sino tener el coraje de tomar las medidas necesarias para revertirlo.
Queremos contar que lo que importa no es la herencia sino lo que hacemos con el país que recibimos. Y que con voluntad política las verdaderas transformaciones se pueden empezar el primer día de gobierno.
Nosotros creemos que gobernar no es echarle la culpa a la herencia sino hacerse cargo de los problemas del presente. Mucho menos es responsabilizar a la gente por haber “consumido muchoˮ.
No hace falta esperar ningún semestre mágico para estar mejor si las decisiones que se toman están pensadas en función del bienestar de todos y no de unos pocos.
Esta es la diferencia fundamental entre un primer semestre y otro: en el de Macri se atendieron las demandas de los que más tienen y se condenó al resto de la sociedad a esperar un segundo semestre mágico que, ahora dicen, no va a llegar.
Pesada herencia es recibir un país quebrado, con su economía destruida y la gente con los brazos caídos. Gobernar no es resignarse a que eso tenga que ser siempre así sino tener el coraje de tomar las medidas necesarias para revertirlo.
Con voluntad política las verdaderas transformaciones se pueden empezar el primer día de gobierno.