El Centro Cultural Kirchner es el más importante de Latinoamérica. Quedó inaugurado por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner el 22 de mayo del 2015. Dio trabajo a casi 1000 personas y permitió que muchas más vayan gratis a ver a Martha Argerich, Fito Paéz, o disfruten de conciertos homenajeando a músicos de la escena nacional como Gustavo Cerati.

Ubicado en el centro porteño, en Leando N. Alem y Sarmiento, ese enorme edificio fue la sede del Correo Argentino. Allí­ trabajó el padre de quien fuera nuestro presidente, Néstor Kirchner, y la historia de la movilidad social ascendente en la Argentina (que no es otra que las polí­ticas públicas llevadas a cabo por el peronismo) permitió que ese edificio sea bautizado con el nombre del hijo de uno de sus trabajadores.

El mismo fue declarado monumento histórico nacional en 1997 y cuando lo inauguró, en uno de los actos de la semana de Mayo, Cristina dijo que ese lugar demostraba que “los sólidos cimientos económicos nos permitieron tener sólidos crecimientos culturales”.
En ese acto, Cristina dijo que “la cultura es trabajo, no es esparcimiento o divertimento solamente”, y recordó que el centro cultural fue “un viejo sueño para Néstor” Kirchner, porque “su padre, trabajador del correo” empezó de abajo y “terminó siendo tesorero, en Santa Cruz”.

Hoy el funcionario designado por Mauricio Macri para dirigir los destinos de ese Centro Cultural, Hernán Lombardi, dejó sin trabajo a 600 personas.

Esos trabajadores se movilizaron hoy por la tarde, junto a militantes, dirigentes polí­ticos y artistas, en las puertas del imponente edificio y cortaron dos carriles de Alem a la altura de Sarmiento acompañados por militantes de organizaciones polí­ticas, sociales y sindicales.
Pasadas las 16 se acercaron trabajadores nucleados en ATE de los ministerios de Cultura, de Planificación, del Museo Malvinas, y referentes de Madres de Plaza de Mayo que se sumaron a los trabajadores que se manifestaban con la bandera “Por el trabajo y la cultura pública. Trabajadores del CCK”.

Allí­ también estuvieron el titular de la CTA Hugo Yasky, los diputados nacionales Marcos Cleri y Andrés Larroque; los legisladores Javier Andrade, Andrea Conde y José Cruz Campagnoli, el ex titular de la AFSCA Martí­n Sabbatella y el dirigente Luis D’Elí­a, entre otros.

En un marco de estigmatización de los trabajadores públicos, de los trabajadores con identidad polí­tica, el gobierno encabezado por Macri lleva adelante despidos masivos en distintas áreas del Estado. Una de ellas es el Centro Cultural Kirchner. Sin embargo, está ahí­ imponente con quienes reclaman por sus fuentes de trabajo y con el nombre del hijo de un trabajador público que tuvo un hijo que fue presidente de los 40 millones de argentinos para los que dejó un Estado de pie con polí­ticas públicas activas.