* Por Alejandro Olmos
Tiene algo de Néstor, así definían miembros del poder político, ante la presentación de Máximo Kirchner. Imparable rocanrol se vivió ayer en el estadio Diego Armando Maradona de la ciudad de Buenos Aires, en el marco del encuentro “Irreversibleˮ, convocado por militantes de la agrupación La Cámpora. Más de 40.000 sienes ardientes se concentraron para escuchar las palabras de sus líderes, pero la voz que demandaban los jóvenes militantes era la de su principal dirigente, Máximo Kirchner.
En medio de la explosión de cánticos y alegría juvenil se escucharon por los parlantes el nombre del nuevo orador. El hijo de Néstor y Cristina se hizo presente y hundiendo el acelerador al máximo dijo: ˮMis compañeros son mejores que yoˮ. El número uno de La Cámpora, reafirmó el pensamiento de seguir luchando contra los poderes que perturban la estabilidad en la Argentina. Máximo salió a la cancha y enfrentó a la popular como cualquier jugador de primera, entre cánticos y papelitos. El debate queda abierto entre los que reconocen al hijo de la Presidenta como clave en la construcción de una nueva política y lejos de las gastadas frases peronistas que utilizan muchos políticos a la hora de dirigirse a la militancia y al pueblo.
Por otro lado están los que seguramente les dará o les dio dolores estomacales al escuchar las palabras del líder de La Cámpora. Máximo detalló las embestidas contra el gobierno de sus padres, como la toma del Indoamericano en el 2010, los saqueos en zona norte en el 2012 y las revueltas de la fuerzas de seguridad en el 2013. Pero también destacó la reestructuración de la deuda, el pago al Fondo Monetario Internacional en el 2005, la recuperación de la petrolera YPF y el abastecimiento energético. Máximo se expresó enérgico al filo del dolor cuando se referió a sus padres y a sus compañeros militantes con seres queridos desaparecidos. La arenga a “no tener miedoˮ fue clave para un momento político tan sensible que vive la Argentina. En medio de encuestas, candidatos, peleas y lanzamientos presidenciales, es indudable que la única alternativa del kirchnerismo sigue siendo Cristina Fernández de Kirchner. Ningún candidato ha logrado superar la popularidad de la actual mandataria y, aunque para varios dirigentes se convierta en un problema, parece ser que en el futuro esto será irreversible.
