La Presidenta visitó el pequeño poblado de Yacanto, enclavado en el medio de las sierras cordobesas, subiendo el Valle de Calamuchita.
Si no fuera por el feroz incendio que se “desatóˮ en los primeros días de Septiembre, Cristina podría haber venido a descansar en el apacible pueblo rodeado de montañas.
Pero no, y si se pone entre comillas “destatóˮ es por las sensibles dudas que quedan ante las declaraciones de los pobladores que aseguraron ver a personas con garrafas avivando el fuego, ayudados por el terrible calor y el viento. Quizá para tapar el ventarrón de los Narcopolicías mediterráneos, que abruma a la ciudadanía.
En Córdoba, todos los usuarios de luz que brinda la Empresa Provincial de Energía Eléctrica (EPEC), todos y todas pagamos un impuesto al fuego en la boleta. Es mucha guita. Se supone que ese dinero sirve para prevenir incendios, para equipar a los Bomberos Voluntarios, y para combatir el fuego. Pero nada de eso ha sucedido.
Dónde está, dónde fue ese dinero que ponemos todos los cordobeses? Los periódicos y las radios nada de eso se preguntan. Eso sí, se preguntaron si la Sra. Presidenta venía a competir con la ayuda del gobierno provincial. Se puede ser tan insensible?
Cristina, conductora y compañera, con calzas o sin ellas, vino a poner el pecho, a ver con sus propios ojos que hace falta, a hablar con los bomberos, a hablar con los dueños y trabajadores de los aserraderos que se quedaron sin nada, al que no tiene luz, a las familias que se quedaron sin casa, sin sus animales. A todos y todas, cara a cara.
Cuando tuvo que partir, la incansable Presidenta, para a ir a Buenos Aires a recibir al Compañero Presidente de Ecuador, Rafael Correa, se la vio llorando desconsoladamente, por la emoción con que la despedía el pueblo y con el desgarro de tanto dolor por el desastre ambiental y ecológico que pasó ante sus ojosˮ¦
Mientras los periódicos hablan de disputas, nos quieren meter ese burdo correlato en el que solo ellos están metidos: El odio. Así le paso a Evita, tal cual. Pero como Cristina misma dice: “A cada insulto responderemos con más gestión, con más militancia, con más amor, con más puebloˮ.