El 20 de junio, más de 4000 militantes de La Cámpora festejaron el Día de la Bandera en Rosario. Desde las 6 de la mañana, llegaron de Buenos Aires, Entre Ríos y distintos puntos de la provincia de Santa Fe, compañeros que se sumaron a la columna de banderas y bombos que se agitaban junto al Río Paraná para avanzar más tarde hasta el Monumento y disfrutar los festejos.
Las miles de pecheras azules concentradas en la esquina de Av. Belgrano y San Juan marcharon con alegría a través de las calles rosarinas. El frío de la mañana no se sintió entre los militantes que no pararon de saltar y cantar hasta situarse en las gradas frente al escenario donde esperaron el arribo de la Presidenta.
El grupo El Choque Urbano fue el encargado de ponerle ritmo y movimiento a uno de los símbolos patrióticos más importantes que tenemos, el Himno Nacional, dándole una impronta de vitalidad y alegría.
Cristina llegó al monumento alrededor de las 13hs. Después de recorrer La Sala de las Banderas salió al escenario a encontrarse con la multitud que la aclamaba.
Como siempre, su discurso franco emocionó a los jóvenes, las familias y los militantes que la escuchaban atentos. La primera alusión fue a los jóvenes y a los excombatientes de Malvinas, dos de los tantos íconos del proyecto que lidera la Presidenta: “Mis queridos jóvenes y mis queridos combatientes de Malvinas. Fueron ustedes los que debieron defender de los enemigos esa bandera q Belgrano nos mostraba.ˮ
También defendió una vez más al Proyecto Nacional y Popular, el mismo que permitió que Rosario sea hoy una ciudad pujante y en continuo crecimiento. Resaltó la necesidad de trabajar en forma conjunta en todos los niveles del Estado, desde el municipal al Nacional, entendiendo que de eso se trata el federalismo. Cristina recurrió a la Historia grande del país, aquella que construyeron los héroes como Manuel Belgrano y San Martín, hombres que con valentía y amor a la Patria supieron ser desobedientes en el momento justo: “Belgrano era un político incorrecto, afortunadamenteˮ. Sin esa transgresión de la que habló Néstor, la historia sería otra, indudablemente.
La militancia se hizo escuchar a cada paso del discurso, recordando a Néstor y apoyando a Cristina incansablemente. Más adelante habló de los poderes a los que Belgrano se enfrentó en el siglo XIX, algo distintos a los que se enfrentan hoy, pero siempre a favor de intereses mezquinos y minoritarios, excluyentes de las mayorías. Es por eso que convocó a todos los argentinos a hacernos cargo del ejercicio de la democracia, refiriéndose a la necesidad de la democratización del poder judicial y criticando duramente sus privilegios y concesiones.
La multitud se movilizo con aplausos y gritos de aprobación cuando Cristina dijo: “Si Manuel Belgrano viviera con quien creen que estaría, a quién apoyaría Manuel Belgrano, ese hombre de la industria nacional, ese hombre que hablaba del comercio, ese hombre que hablaba de los pueblos originariosˮ.
Cristina habló de la dignificación del pueblo a través de las políticas sociales implementadas por este gobierno: “Debemos seguir trabajando para q otros argentinos vuelvan a encontrar en su patria la posibilidad de serˮ.
“Tener trabajo es tener libertad, tener salario digno es tener libertad, tener educación es tener libertad, tener la posibilidad de que tu hijo vaya la escuela bien vestido, bien comido y bien dormido es libertad también. Esa es la verdadera libertad. Por esa pelearon Belgrano, Moreno, San Martín, Rosas, Yrigoyen, Perón, Evaˮ
Recordó los 400 años de la Universidad Nacional de Córdoba y la lucha de los estudiantes de la reforma del 18. Esos jóvenes que luchaban por la pluralidad y la libertad, en un ámbito en el que la posibilidad del ingreso del poder popular estaba vedada, tal como ocurre actualmente con el poder judicial. Cristina volvió a defender la Democracia por sobre todas las cosas así como el derecho del pueblo a tomar partido en el único poder no democrático de la República Argentina: “Por eso, digo, más temprano q tarde vamos a lograrlo porque es un compromiso de democratizar a los tres poderes del Estadoˮ¦es para la Historia, es para todos ustedes, para que cuando sus hijos o ustedes se sienten frente a un Juez sepan que ese Juez está controlado también por quienes ustedes votaron y por lo tanto su vida, su patrimonio y su libertad no está sujeto al antojo mediático de las grandes corporacionesˮ¦ˮ
Ante las adversidades, las presiones y los agravios, la Presidenta de todos los argentinos asume el compromiso de dar batalla, como lo hizo Belgrano, y como lo hizo Néstor también.
“La carga es pesada y es difícil y sé también que me la van a querer hacer todavía más difícil, porque cuando uno toca determinadas corporaciones, determinados poderes enseguida viene el vuelto. No importa. Si mi rol en la historia es abrir el debate por una justicia democrática estoy dispuesta a aguantar todo lo que se me venga encima. No tengo miedo, mi compromiso es con la Historia, con el Pueblo y fundamentalmente con la memoria de aquellos que dieron su vida para vivir en una Argentina mejor. Mi compromiso es con Belgrano, es con Moreno, es con San Martín, es con Rosas, con Yrigoyen, es con Perón, es con Eva, es con los más de 30000 desaparecidos en la República Argentina, con los millones y millones de trabajadores que se quedaron sin trabajo“
Ovacionada por el pueblo la presidenta volvió a romper el protocolo acercándose a la gente para recibir todo el amor popular. La militancia otra vez se sintió reconfortada en un acto patriótico que, lejos de aquellos vacíos e inconsistentes mensajes del pasado, ratificó la convicción y la templanza para seguir adelante. Viva la Patria.
