* Palabras del compañero Miguel Funes en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires
Los militantes, los jóvenes sabíamos de aquella experiencia del trabajo conjunto y en comunión que se dieron en las jornadas de 1973, en una inundación que golpeó y azotó muy fuerte a nuestra provincia de Buenos Aires y se dio esa comunión de las Fuerzas Armadas Nacionales, del Ejército y de la Juventud Peronista. Lamentablemente para esos días o al poco tiempo, eso que parecía sellarse en un trabajo conjunto, terminó siendo el preludio de las noches más oscuras y más tristes de aquellos militantes que entendían que ese era el Ejército Nacional y Popular que trabajaba codo a codo con ellos, pasó a ser el verdugo.
Aún, con esa situación histórica y ese dato, entendíamos los militantes con 30 años de democracia y sin ningún tipo de prejuicio y de prurito, que teníamos que estar a la altura de las circunstancias y trabajar codo a codo con todos. Quienes pudieron pasar por la Facultad de Periodismo pudieron ver el gran trabajo llevado a cabo por los militantes y sería injusto si no los destaco, no solamente de la Juventud Peronista y de La Cámpora, sino de todo el espacio Unidos y Organizados, en conjunto con nuestras fuerzas de seguridad nacional.
Confieso que a lo primero, a muchos militantes, nos costaba mucho comprender la idea de trabajar con ellos porque somos militantes y tenemos historia y tenemos memoria, pero hay que reconocer que después de un montón de años, nos ilusionamos y creemos en una Fuerza Armada nacional y popular y me llena de orgullo poderle contar a esta Honorable Cámara, a mis pares y a todas las fuerzas políticas, que la militancia política pudo articular con las fuerzas de seguridad nacional y me parecía injusto omitir este dato que se dio y se gestó en estas jornadas.
Y me resulta más injusto aún, cuando algunos sectores de la sociedad, de la política y de la comunicación quieren mostrar a La Cámpora y al resto de las organizaciones kirchneristas como el cuco y la quieren enfrentar con distintos sectores.
Repito que me llena de orgullo la labor y la acción que levaron adelante el Ejército, la Gendarmería Nacional y la Prefectura; con ellos, ordenamos toda la mercadería: el agua, los productos de limpieza y todos los insumos necesarios para tratar de resolver en forma rápida el dolor y el padecimiento, no solamente de los vecinos de la plata, sino de las zonas aledañas, de Berisso y de Ensenada, que habían sufrido esta inundación.
Con ellos compartimos almuerzos, rondas de mate, cenas, cargas y descargas de camiones desde la Facultad de Periodismo a los distintos puntos y centros de evacuados, clubes, sociedades de fomento, parroquias, centros evangelistas y todas las organizaciones que forman parte de esta sociedad.
Néstor decía que quería una fuerza que se identifique con San Martín, Belgrano, Mosconi y Savio. No con la de Videla, Galtieri y Bignone, que no quería la del ejército que mató a sus hermanos.
La verdad que hemos tenido una jornada histórica marcada por el dolor, marcada por el sufrimiento de un montón de hermanos. Y eso cuando uno se toma la política en serio se hace carne, pero pudimos transformar el schok y el dolor desde el primer momento en trabajo, en trabajo articulado con todos.
Y dentro de esta situación que vivimos con el Ejército, quiero remarcar una situación muy particular, para aquellos que dicen que nosotros nos quedamos en el pasado y que tenemos o sentimos rencor y odio.
El coronel Junco, figura principal del Ejército en la entrega y la logística de todos los productos a cada punto que tenían que llegar junto a la militancia, compartió una mesa con Estela Carlotto, con las Abuelas de Plaza de Mayo y algunas Madres.
Qué paradoja, porque en una de las cenas estaba sentado nuestro compañero Horacio Pietragalla, diputado nacional. Ese compañero sufrió la desaparición de sus padres y estaba compartiendo una mesa con distintos integrantes del Ejército nacional.
Señor Presidente, para cerrar y agradecer esta oportunidad, para poder subrayar la acción y el trabajo de la fuerza de seguridad nacional y de todos los militantes que forman parte del espacio Unidos, Organizados y Solidarios por el trabajo con todos los vecinos y con todos los sectores de la sociedad, con la cruz roja, con distintos sectores religiosos.
Porque nosotros estamos para sumar y para ponernos a disposición de los vecinos ante cualquier situación de dolor y en cualquier situación de catástrofe y en el día a día para trabajar codo a codo con una sociedad más justa.