Está claro que reclamarle a Magnetto y a sus empleados periodistas y políticos siquiera un poco de “consecuenciaˮ en lo que escriben o gritan por la televisión es como pedirle peras al olmo, o como pedirle a Macri que se haga cargo de algo.
Sin embargo, vamos a insistir en solicitarles que por favor se pongan de acuerdo, aunque sea en una cosa: o nos critican por ser “yupisˮ o nos critican por ser “guerrilleros talibanesˮ.
Advertimos a estos “periodistas independientesˮ y “politiqueros de tvˮ que no le pedimos esto para cambiar lo que hacemos ni lo
que pensamos. Pero creemos que una definición de parte suya en este sentido sería un gran paso para prevenir casos severos de trastornos esquizofrénicos.
No tanto por nosotros, los militantes, que sabemos a qué atenernos, sino por la salud de los propios empleados de esos medios que tal vez se queden más tranquilos y relajados.
Los “señoritos bienˮ se preocupan por denunciar que somos un grupito de nenes ambiciosos, con celulares caros; para
Marcos Aguinis, ese gran demócrata, hemos “estructurado una corporación que milita para ganar un sueldo o sentirse poderosos o meter la mano en los bienes de la naciónˮ.
Al mismo tiempo, a Clarín y sus subordinados les asusta que vayamos a las cárceles a ayudar a la resocialización de los privados de la libertad, que militemos pintando colegios, que estemos en las universidades y que caminemos junto a los vecinos por los barrios más humildes.
¿En qué quedamos entonces?, ¿tecnócratas superficiales?, ¿vagos liberales?, ¿subversivos terroristas?, ¿adoctrinadores de presos peligrosos?, ¿manipuladores de blancas palomitas escolares?, ¿repartidores de entradas 2×1 para los cines?
¿Todo eso a la vez?
Que elijan la que quieran. Nos tiene sin cuidado cómo nos quieran definir. Lo que a nosotros nos importa es el compromiso con una causa, la confianza en nuestros compañeros y el trabajo con alegría por un proyecto colectivo.
Igual, si nos dejan, les recomendamos que elijan una, para no volverse tan locos, tan nervioshos. Porque se les nota mucho y les hace mal.
Por nuestra parte, no le tenemos miedo a las mentiras de los diarios ni a los insultos de sus empleados politiqueros. Estamos en este proyecto colectivo para ser libres de toda extorsión mediática y corporativa. Participamos en política y disfrutamos de la democracia con un solo objetivo: que reine en nuestro pueblo el amor y la igualdad.
Por Néstor.
Con Cristina.
Unidos, Solidarios y Organizados.