Asumió como presidente luego de una década infame, en la que la represión era lo único que el estado podía darle a los trabajadores para que no protesten contra la desocupación, la explotación y el hambre.
Cuando lo fue, ratificó su compromiso con los más humildes y con el conjunto de los argentinos con un hecho contundente tras otro: récord de escuelas nuevas, aumento de jubilaciones, dignidad para los trabajadores, más acceso a las universidades, gran inversión y desarrollo en ciencia y tecnología.
Para defender los intereses nacionales no le importó plantársele a los grandes poderosos de entonces: Potencias imperiales, FMI, Sociedad Rural, capitales concentrados.
Estaba acompañado por una gran mujer que luchó junto a él incansablemente por la grandeza de la patria y por los más humildes.
Porque mejor que decir es hacer…
Porque la única verdad es la realidad…
Por eso y mucho mas, hoy recordamos al Pocho, al Viejo, a Juan Perón.
Y no tenemos dudas que en cada responsabilidad que nos toque pensaremos en él por sus realizaciones y los que se beneficiaron por ellas.
Como Néstor.
Como Cristina.