La tarde del sábado estuvo llena de gestos y manos entrelazadas. Palpitando el Carnaval, la fiesta de la música y los colores, los compañeros de La Cámpora Palermo participaron del “Festejo popular en la calleˮ, una actividad organizada por el Ministerio de Seguridad de la Nación a través de la Mesa de Participación Comunitaria del barrio, de la cual los militantes forman parte activamente.
La consigna del dí­a fue pintar un mural en el cual se pudiera plasmar la alegrí­a que nos significa esta fiesta popular ˮ“revalorizada como un derecho desde que nuestra Presidenta, hace un año, nos devolvió los feriados de carnaval- con el objetivo de recuperar el espacio público.

Ya el viernes previo a la actividad, un grupo inició la preparación de una pared sobre la calle Cabrera (entre Palestina y Pringles) para que el sábado estuviese todo perfecto para disfrutar de la actividad con los vecinos. Con la participación de compañeros integrantes de la murga “Atrevidos por Costumbreˮ y otras organizaciones polí­ticas y sociales presentes en el territorio, todo quedó en perfectas condiciones para realizar el mural.

Ya el sábado, con pinceles en mano y música en el ambiente, a medida que caí­a la tarde los militantes y vecinos fueron ganando la calle para crear en conjunto una viñeta del arte popular que simboliza la tradición murguera de Palermo. El entusiasmo se apoderó del entorno y la pintura fue tomando vida con la intervención de los vecinos, que también pusieron su cuota artí­stica en el mural. Allí­, hombres, mujeres y niños se fueron sumando a la propuesta aportando su color y su visión del carnaval y el barrio, apropiándose de la obra y otorgándole una impronta y significado profundo.

La participación fue una contribución central para originar entre todos una expresión colectiva como la que caracteriza a la energí­a de las murgas, pero, principalmente, fue una muestra de lo que significa recuperar el espacio público. Es a través del aporte colectivo que damos la batalla contra la inseguridad.

Por eso, estar en la calle, compartir con otros, conocerse y sentir el barrio son herramientas esenciales que fundan el sentido que  trasciende el hecho de pintar un mural. Profundizar la participación y la convivencia generando encuentros en el espacio público es el pilar indispensable para pensar, hacer y sentir, desde la polí­tica colectiva e inclusiva, el nuevo paradigma de la seguridad.