El Ministerio de Seguridad de la Nación convocó hoy a una conferencia de prensa para atacar a la agrupación social y medio periodístico comunitario La Poderosa, en un intento de desacreditar a sus miembros. En una maniobra ya hecha costumbre por parte del gobierno nacional desde que asumió Mauricio Macri, las organizaciones sociales y políticas se ven nuevamente estigmatizadas para así justificar las prácticas represivas hacia sus integrantes y los habitantes de los barrios populares de nuestro país.
Esta embestida pretende deslegitimar a una agrupación que viene denunciando, a través de herramientas de participación popular, las políticas represivas de las fuerzas de seguridad en las villas porteñas. Esto sucede en paralelo al juicio hacia seis miembros de la Prefectura Naval Argentina por las violaciones a los derechos humanos de Iván Navarro y Ezequiel Villanueva Moya, quienes fueron privados de su libertad y torturados a la rivera del Riachuelo en el barrio de Zavaleta de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en septiembre de 2016.
A su vez, la ministra Bullrich pretendió amedrentar a la Procuraduría contra la Violencia Institucional (Procuvin), dependiente del Ministerio Público Fiscal, acusando a este organismo público de estar “cooptadosˮ por La Garganta Poderosa. De este modo, se intenta disciplinar también a la instancia de investigación especializada contra los delitos de violencia institucional.
Este tipo de ataques no son aislados sino que forman parte de un accionar que viene recrudeciéndose día a día, fundamentalmente hacia los y las jóvenes de los sectores populares. A diario en los barrios, los miembros de las fuerzas de seguridad sin identificación requisan, abusan, golpean y amedrentan a los vecinos y vecinas.
Nuevamente, el gobierno nacional respalda el accionar violento de los uniformados, como ya ha ocurrido en otras oportunidades, siendo los ejemplos más claros los casos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel.
Esta maniobra no hace más que exponer el verdadero fin de la supuesta lucha contra el narcotráfico en los barrios populares, donde se aumenta la presencia de las fuerzas de seguridad únicamente para perseguir, estigmatizar y violentar a los vecinos y vecinas. Si de verdad tienen por finalidad combatir el narcotráfico, deberían saturar de controles en otras zonas de la Ciudad, que no son precisamente las señaladas por los funcionarios del macrismo.
Repudiamos este accionar y nos solidarizamos con los compañeros y compañeras de La Garganta Poderosa, quienes forman parte de la red de comunicación popular y denuncian sistemáticamente las prácticas represivas de las fuerzas de seguridad del gobierno de Mauricio Macri, a la par que trabajan en la construcción del tejido social diezmado por las políticas neoliberales.