Dando por sentado que rechazamos y condenamos el empleo de esas armas y de otras de exterminio en masa, por cualquier actor y en cualquier circunstancia, nos preguntamos: ¿Es casual que el ataque se realice horas antes de que la Secretaría Técnica de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), fuera a desplegar un equipo de la Misión de Investigación de Hechos para inspeccionar de inmediato la localidad de Duma, donde EEUU argumenta estarían las pruebas de las armas químicas?
Tal como sostuvo Cristina Fernández de Kirchner en numerosas oportunidades, y especialmente en ocasión de la reunión del G20 en San Petersburgo, cuando ya condenó las intenciones de Barak Obama -entonces presidente de EEUU- de invadir militarmente Siria. En ese momento, CFK señaló que “Una intervención militar sería nefasta, no hay nada peor que la guerra. Tenemos que abogar por la paz, como ya lo han hecho el papa Francisco y también el titular de la ONU”.
Esta nueva acción unilateral, al margen de la Asamblea General y del propio Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, es una nueva violación de los principios del Derecho Internacional y un atropello contra la soberanía del Estado sirio.
Sus resultados sólo profundizarán el conflicto político en el país y en la región, significando una carga más para la tragedia humanitaria que vive el pueblo sirio a quienes hacemos llegar toda nuestra solidaridad.