No hay dudas de que el actual gobierno nacional, para seguir implementando el programa económico de saqueo deliberado hacia el pueblo, necesita atentar contra la democracia para garantizar su propia impunidad mediante la persecución y el amedrentamiento a la reacción popular.
Mientras Macri sumerge a nuestra patria en el caos social y la única salida que encuentra es la búsqueda de alocadas fórmulas de distracción para ocultar el desenfrenado empobrecimiento de los argentinos, un grupo de empresarios, terratenientes y banqueros se enriquece obscenamente.
El contexto en el que se inscribe esta nueva persecución viene siendo armado minuciosamente por el engendro mediático de Magnetto que oculta, miente y tergiversa todo lo que está pasando en nuestro país.
Milagro Sala, las amenazas a Roberto Baradel y su familia, la demonización a la participación política y sindical son los primeros capítulos de una novela que ya padecimos en nuestra historia y que sigue con más pobreza, más desocupación, más autoritarismo, más censura, más persecuciones y más violencia.
El gobierno reacciona porque mientras la valoración popular sobre las políticas que aplica Macri no parece encontrar un piso, en contraste la de Cristina no tiene techo.
Sin embargo, la persecución a Cristina y a su hija trasciende a todas las fuerzas políticas porque intenta disciplinar a todo aquel que se anime a disentir y porque Cristina es el último escollo que tiene Macri para seguir con este plan de ajuste y saqueo sistemático contra millones de trabajadores.
Convocamos al pueblo argentino a organizarse y a defender la democracia.
Por eso nos movilizamos el lunes 6 a Comodoro Py.
Por la democracia, con Cristina. Siempre.