Salud

Un año sin Qunita

El Programa Qunita, en conjunto con otras medidas socioeconómicas aplicadas durante el kirchnerismo, generó una sustancial baja en la mortalidad infantil. Mientras se suman nuevas iniciativas de paí­ses y ciudades que entregan un ajuar y una cuna a los y las recién nacidos, en Argentina 60 mil kits duermen en depósitos que el gobierno alquila por un un millón de pesos al mes.

En el 2015 se registró el descenso de la tasa de mortalidad infantil más pronunciado en los últimos 25 años. Del año 2003 a la actualidad, dicha tasa disminuyó en un 41%, pasando del 16,5/1.000 nacidos vivos en 2003 a un 9,7/1.000 en el 2015.

No fue magia. Fue imprescindible la implementación de polí­ticas de Estado que organicen y regulen la salud pública integral, garantizando el acceso a todas las prestaciones, servicios, recursos y medicamentos que necesita el pueblo, entendiendo a la salud como un derecho inalienable.

En 2015 la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzó ‘Qunita’, para consolidar y continuar avanzando en mejorar la salud de los argentinos y las argentinas. El programa estaba destinado a todas las mujeres titulares de la Asignación Por Embarazo para la Protección Social teniendo entre sus objetivos el de garantizar los controles de embarazo y los nacimientos en maternidades seguras. A su egreso de la maternidad, las madres recibí­an allí­ un kit con numerosos elementos entre ellos una cuna-Moisés, sábanas , bolso, cambiador, ropa para la madre y el/la recién nacido/a, guí­a de cuidados y libro de cuentos. De esta forma, se buscaba disminuir la mortalidad materno-infantil y asegurar el sueño seguro del bebé en cunas-moisés de madera, reduciendo la probabilidad del sí­ndrome de muerte súbita del lactante, que causa casi 300 muertes anuales. A su vez, los niños y niñas de nuestra patria podrí­an contar con la dignidad de una cuna y elementos básicos que generarí­an un piso de derechos, promoviendo así­ un comienzo de vida equitativo.

En febrero de 2016, el presidente Mauricio Macri derogó el programa y unos meses después el juez Claudio Bonadio ordenó “destruirˮ 60.000 kits, que se encuentran actualmente sin entregar. En consonancia con todas las medidas tomadas por la Alianza Cambiemos, otra decisión que perjudica a los sectores más vulnerados de nuestra patria.

Frente a esta situación, trabajadores y trabajadoras de la salud, sociedades cientí­ficas y la comunidad en su conjunto; acompañados por militantes del sector salud, nos hemos manifestado en repudio de esta decisión logrando que el juez dé marcha atrás a la medida y delegue al actual ministro de salud Dr. Jorge Lemus la decisión del destino final de estos kits.

Contra la destrucción de los kits se han expresado también UNICEF, la Sociedad Argentina de Pediatrí­a (SAP), la Sociedad Argentina de Primera Infancia (SAPI), Comité de Estudios Feto Neonatales (CEFEN), Facultad de medicina de la UBA, Facultad de Diseño y Urbanismo de la UBA entre otros, los cuales destacan la seguridad del kit y su importancia para prevenir la muerte súbita.

A casi un año de la suspensión del programa, miles de niños/as y madres perdieron este derecho mientras que 60.000 kits se encuentran en distintos depósitos de maternidades de todo el paí­s y del Ministerio de Salud de la Nación, costándonos a todos los argentinos y argentinas un millón de pesos por mes.

Se podrí­an haber evitado más de 100 muertes infantiles en el último año de no haber derogado el Programa Qunita.

Dentro de las últimas acciones realizadas en defensa de este programa, un conjunto de mujeres movilizadas se autoconvocaron frente a la Quinta de Olivos con el fin de presentar el caso a la primera dama Juliana Awada para que ésta interceda por ellas, en defensa de los niños, niñas y mujeres más vulneradas. A un mes de este pedido, tampoco han tenido respuesta.

A escala internacional no sólo están demostrados los beneficios de la implementación de esta estrategia sanitaria en paí­ses que llevan adelante esta polí­tica hace muchos años como Finlandia, sino que además nuevos paí­ses y ciudades desarrollan programas similares, como se conoció recientemente en Escocia y en el estado de New Jersey en EEUU.

Cabe destacar que muchas de las polí­ticas socio-sanitarias llevadas a cabo durante los 12 años de gobierno kirchnerista han sido suspendidas por el actual gobierno, siendo las que contribuyeron a la disminución de la mortalidad infantil.

Continuaremos exigiendo junto al pueblo la restitución del Programa y la entrega de las Qunitas, demostrando que no vamos a resignar ni un derecho más.

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